El marxismo no está de moda. Es un hecho. Con la emergencia de la revolución comunicacional en el orden tecnológico y simbólico, el giro lingüístico en el discurso filosófico y la globalización en el terreno económico ya no tiene sentido seguir cuestionando al capital y las nuevas modalidades que éste adquiere en el mundo de hoy en día. Parafraseando a Sartre, el capitalismo es hoy el horizonte insuperable de nuestra época. Marx quedará, eso sí, en la historia de las ideas.
Pero lo hará, a lo sumo, como aquel que supo visualizar el factor económico de la vida social. En el cementerio de las teorías clásicas su cadáver permanecerá encerrado entonces dentro del sarcófago del econo micismo. Por no haber teorizado sobre la política, el poder y la dominación sus reflexiones están envejecidas y resultan a los ojos contemporáneos absolutamente perimidas u obsoletas. Gramsci, el italiano, sí que completó a Marx.
Él vio la dimensión del consenso, la necesidad del diálogo, el desafío de la goberna bilidad y la importancia del Parlamento. Ese fue su gran aporte, no gracias a su marxismo sino a pesar de él.
El Capital. Tomo I (1867)
Del Prólogo a la primera edición de El Capital, extraemos este fragmento donde el autor explica el contenido primer tomo de la obra. Lectura recomendada por nuestra Biblioteca porque contiene los conceptos básicos de la economía política: “La obra cuyo primer tomo...