El 59,14 % de los ecuatorianos votó “Sí” a detener la explotación de petróleo en el Parque Nacional Yasuní, una de las zonas más biodiversas del mundo en un plebiscito realizado de forma conjunta con la elecciones generales del país.
En un trascendental referendo, la población ecuatoriana ha emitido un claro mensaje sobre el destino de dos importantes áreas naturales del país.

Durante más de una década, diversos grupos de activistas han luchado por llevar a cabo una consulta pública acerca de la explotación petrolera en el seno del Parque Nacional Yasuní, ubicado en la selva amazónica de Ecuador y reconocido como uno de los lugares con mayor biodiversidad en todo el planeta.
Tras superar múltiples obstáculos, los impulsores de la consulta han logrado concretar la votación este domingo, en paralelo con las elecciones presidenciales. La pregunta sometida a consulta fue: “¿Está usted de acuerdo con que el gobierno ecuatoriano mantenga los campos petroleros de ITT, conocidos como Bloque 43, bajo tierra de manera indefinida?”
De acuerdo con el Consejo Nacional Electoral, el 59% de los participantes respondió afirmativamente para detener la explotación en el Bloque 43, más conocido como Yasuní ITT.
No obstante, esta no fue la única consulta ambiental llevada a cabo ese día.
Los residentes de Quito expresaron su desacuerdo con el avance de la exploración minera en una región de suma relevancia ecológica conocida como el Chocó Andino, debido a su alta biodiversidad.
Esta zona, situada a unos 40 kilómetros del centro de la ciudad, es una reserva ecológica exuberante y, al mismo tiempo, alberga yacimientos minerales como oro y cobre.
Por esta razón, el colectivo de activistas “Quito Sin Minería” impulsó una consulta popular en el área, con cuatro preguntas que buscaban medir la opinión de los habitantes respecto a la prohibición de actividades mineras a pequeña, mediana y gran escala.
La respuesta a esta consulta regional fue inequívoca: un 67% de los votantes manifestó su apoyo a la prohibición.
“Logramos un consenso nacional importante. Esto demuestra que aquello que nos divide políticamente, logramos unirlo en la naturaleza”, indicó Pedro Bermeo, uno de los líderes de la iniciativa, en declaraciones a BBC Mundo.
“No se trata de poner fin a la explotación petrolera. Es un mensaje de que las comunidades tienen el derecho de decidir sobre lo que ocurre en su entorno. En este caso, se trata de las comunidades indígenas”, agregó Bermeo.
Aunque los conflictos internos del país acapararon la mayor parte de la atención durante la campaña electoral, el futuro de estas regiones ganó importancia tanto a nivel local como internacional.
Los medios de comunicación globales resaltaron que este referendo marcó la culminación de una antigua iniciativa.
En 2007, el entonces presidente Rafael Correa planteó una propuesta innovadora para la época: no extraer alrededor de 850 millones de barriles de petróleo a cambio de una compensación económica.
No obstante, seis años más tarde, la iniciativa fue dejada de lado debido a la falta de financiamiento previsto. Posteriormente, el gobierno otorgó la autorización para iniciar la exploración de los campos petroleros.
De acuerdo con los líderes de la iniciativa, el triunfo del “Sí” en ambos referendos refleja las aspiraciones de los ecuatorianos para el futuro.
Mientras tanto, un grupo de activistas emprendió un proceso de una década para empoderar a los ciudadanos y permitirles decidir si debe continuar la exploración.
Con la victoria del “Sí”, según lo reportado por el Consejo Nacional Electoral y en línea con la decisión de la Corte Constitucional en mayo de este año, se prohíbe al gobierno ecuatoriano firmar más contratos de explotación petrolera en esta región.
Además, se le otorga al gobierno un año para la retirada gradual y ordenada de la infraestructura petrolera del parque nacional.
“Para nosotros estaba claro que la riqueza de esta área se encuentra por encima del bloque petrolero: en su gente y en su biodiversidad”, afirmó Bermeo.
En lo que respecta al tema del Chocó Andino, la victoria del “Sí” no tiene efectos retroactivos. Simplemente establece que el gobierno ecuatoriano no puede emitir nuevas licencias de explotación minera en esta región.
“Este es un mensaje para el gobierno de que queremos progresar de manera diferente: una economía basada en la biodiversidad, no en la explotación de los recursos naturales”, dijo Inti Arcos, uno de los líderes de “Quito Sin Minería”.
Analistas y representantes de gremios industriales y mineros habían expresado su preocupación sobre el posible impacto si el “Sí” prevalecía en ambos referendos.
“Ese es un campo petrolero de suma importancia. Detener su desarrollo tendrá un impacto significativo en el gobierno y también en la confianza de los inversionistas en un momento en que Ecuador busca atraer nuevas inversiones extranjeras en los sectores petrolero y minero”, declaró Eileen Gavin, Analista Principal de Mercados Globales y Américas de Verisk Maplecroft, a BBC Mundo.
Por su parte, el ministro de Energía y Minas de Ecuador, Fernando Santos, señaló que la victoria del referendo en el Chocó Andino no tiene efectos retroactivos, lo que significa que las concesiones otorgadas antes del referendo continuarán.
Actualmente, se han otorgado permisos de exploración en seis puntos de esta región.