El día 16 de abril de 2009, en una cumbre de los estados miembros del ALBA celebrada en Cumaná, República Bolivariana de Venezuela, el Gobierno de San Vicente y las Granadinas hizo una solicitud oral, a través de su Primer Ministro, el Excelentísimo Doctor Ralph Gonsalves, para que San Vicente y las Granadinas se convierta en miembro de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). El presidente de esta cumbre, Su Excelencia Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, aceptó en nombre de los estados miembro la solicitud oral de San Vicente y las Granadinas para adherirse al ALBA. Los estados miembro declararon y aceptaron por aclamación, en esta cumbre, la adhesión al ALBA de San Vicente y las Granadinas, quien pasó a ser miembro de esta iniciativa.
La firma de esta declaración establece la adhesión oficial de San Vicente y las Granadinas como miembro del ALBA.
En esta declaración oficial, San Vicente y las Granadinas declara y manifiesta lo siguiente:
Tras el fracaso generalizado y rotundo, en América Latina y el Caribe, del período neoliberal contrario al desarrollo, una nueva esperanza surgió entre los pueblos en pro de su humanización. El neoliberalismo contrario al desarrollo llevó a un verdadero colapso de nuestras economías, un aumento de la pobreza, la ampliación y profundización de las desigualdades sociales, un marcado deterioro de las condiciones de vida de los pueblos y una ola de alienación social y política sin precedentes.
A causa de este malestar político y socioeconómico, las luchas populares de las naciones de América Latina y del Caribe permitieron a la propia población encontrar un mejor camino a seguir. Las ideas prácticas y visionarias y el valiente liderazgo del presidente Hugo Chávez y del ex Presidente de la República de Cuba, Fidel Castro Ruz, quienes siguen siendo guía del proceso alternativo y humanitario del cambio, están dando forma a una noble humanidad en la búsqueda de una vida mucho mejor. La iniciativa de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) nació dentro de este contexto. El ALBA surgió como la posibilidad de que nuestras naciones retomen el camino del progreso, en contraposición a las opciones ofrecidas por los centros de poder hegemónico del mundo, los cuales son proyectos apoyados en esquemas de integración económica que han provocado desastres en América Latina durante la década de los años 80 y 90 del siglo XX.
Lo que a primera vista pareciera una mera crítica de los antiguos modelos, se ha convertido, en casi seis años, en un amplio marco alternativo respaldado por nuevos principios y en una realidad que se ha hecho sentir en los pueblos de nuestra América. La solidaridad, la complementariedad económica, el comercio justo, la cooperación integral y el respeto estricto de nuestra soberanía, son las ideas fundamentales del ALBA. Estas ideas, patentes en la práctica, constituyen una ruptura radical con los clásicos esquemas coloniales o neo-imperialistas basados en la competencia desleal, la hegemonía, la ficción de un libre mercado y la intención de lograr la dominación política.
Para ALBA, las cuestiones sociales son el núcleo de las relaciones económicas y las políticas internacionales. Esto se refleja en el histórico programa «Misión Milagro» (conocido en San Vicente y las Granadinas como «Vision Now»), a través del cual miles de ciudadanos pobres de América Latina y del Caribe se convirtieron en beneficiarios de la más profunda y desinteresada solidaridad, tras haber sido operados de los ojos gracias a los esfuerzos combinados de Cuba y Venezuela; en los programas de alfabetización en Bolivia, Haití, Nicaragua y otros países, de nuevo liderados y gracias a la generosidad y altruismo de Cuba y Venezuela; en los programas de alimentos que garantizan que nuestros niños y ancianos estén bien alimentados; y en los múltiples programas sociales y económicos para el mejoramiento de las personas llevados a cabo por ALBA.
Los principios de ALBA han dado lugar a la más amplia cooperación energética conocido en el mundo: el Acuerdo de PetroCaribe que está cambiando la matriz energética en nuestra región, garantizando así un suministro barato y extenso de petróleo para alimentar nuestras plantas generadoras de energía, gas para las familias pobres y combustible para nuestra maquinaria y equipos. En virtud de este acuerdo, la factura petrolera se ha reducido hasta en un 50 por ciento y los recursos ahorrados se han destinado a invertir en programas sociales. Además, la ayuda que estamos recibiendo para ampliar nuestros aeropuertos (incluyendo la construcción del Aeropuerto Internacional de Argyle en San Vicente y las Granadinas), construir casas para familias pobres, reparar o construir hospitales y construir centros de atención de salud, es parte de la amplia gama de iniciativas que ha surgido del ALBA.
Esta iniciativa ha cobrado impulso con la adhesión plena de la Mancomunidad de Dominica al ALBA, además de los otros miembros ya existentes. En este sentido, el Tratado de Comercio de los Pueblos, una iniciativa destinada a allanar el camino para un comercio justo y equitativo, ofrece un trato especial a los productos de exportación y reconoce las diferencias de producción entre nuestros países, fijando así un precio justo para nuestros productos y servicios. Al mismo tiempo, el Tratado de Comercio de los Pueblos de ALBA no exige reciprocidad en el comercio por parte de los estados miembro más pobres, como Dominica y San Vicente y las Granadinas.
A través de sus diversas cumbres de jefes de estado y de gobierno, reuniones del Consejo de Ministros y reuniones de los comités técnicos, ALBA ha producido numerosas iniciativas de integración de carácter práctico, en beneficio de los pueblos de nuestra América.
ALBA se ha convertido en una alianza consolidada, política y estratégica, capaz de integrar productivamente a nuestras naciones, concentrando todo su potencial creativo para garantizar el logro de su independencia y soberanía económica plena, en condiciones tales que podamos formar parte de la realidad económica del mundo, con posibilidades verdaderas, no sólo de ocupar, sino también de poseer el espacio que nos pertenece. Somos, en definitiva, una civilización auténtica, legítima y noble de ésta, Nuestra América. Se necesita un orden tangible y cabal, logrado a través de un esfuerzo de cooperación, para apoyar esta noble civilización. He aquí el enfoque estratégico del ALBA.
Como movimiento de integración, ALBA complementa, en vez de alterar, los demás círculos de integración surgidos en el Caribe, tales como la Comunidad del Caribe (CARICOM), la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO) y la Unión Monetaria del Caribe Oriental (ECCU).
Nos consta que los principios fundamentales consagrados por ALBA constituyen la alternativa que mejor se adapta a los intereses de nuestros pueblos. Reconocemos también el carácter desinteresado de la amplia cooperación brindada por los gobiernos de Cuba y Venezuela, y aceptamos las ideas y principios expresados en la Declaración Conjunta firmada en San Vicente y las Granadinas el día 17 de febrero de 2007, declaración firmada por el Presidente Hugo Chávez de Venezuela y los Primeros Ministros de Antigua y Barbuda, Dominica, y San Vicente y las Granadinas.
Así pues, de acuerdo a lo anterior, expresamos nuestra voluntad de formar parte de este proyecto histórico conocido como el ALBA, con carácter de miembro de pleno derecho. Solicitamos por lo tanto a los estados miembro del ALBA que acepten oficialmente esta decisión soberana del gobierno y del pueblo de San Vicente y las Granadinas, a quien tengo el honor de representar.
Convencidos de que la historia y nuestros pueblos reconocerán este evento como un hecho histórico que nos beneficiará a todos, firmo esta Declaración el día de hoy, 24 de junio de 2009.
El Excelentísimo Doctor Ralph E. Gonsalves
Primer Ministro de San Vicente y las Granadinas