Las Negociaciones de Cambio Climático deben recoger la Voz de los Pueblos
En abril de 2010 más de 35.000 personas de 140 países se reunieron en Cochabamba, Bolivia en la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra y consensuaron un conjunto de propuestas que fueron resumidas en el “Acuerdo de los Pueblos”, presentado formalmente al proceso de negociaciones de cambio climático, y respaldado por países del ALBA-TCP.
Estas propuestas que nacen de la experiencia, la sabiduría y el sentir de nuestros pueblos han sido totalmente ignoradas por quienes conducen las negociaciones de cambio climático.
Lo que es más, las nuevas propuestas de los facilitadores de la negociación eliminan las principales propuestas de los países en desarrollo agrupados en el G77 + China, y promueven una versión aún peor de un documento que ya fue rechazado por la mayoría de los países participantes en la Convención de las Partes sobre el Cambio Climático de Copenhague, un “Copenhague Accord reforzado”, que pretende violar el principio de “responsabilidad compartida pero diferenciada entre países desarrollados y en desarrollo”, y el principio de “responsabilidad histórica”, establecidos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Asimismo, este proyecto de “Copenhague Accord reforzado” pretende además eliminar el Protocolo de Kyoto, flexibilizar al máximo los compromisos de reducción de emisiones de los países desarrollados, obligar a los países en desarrollo a realizar reducciones absolutas de gases de efecto invernadero a partir del 2020, y dividir a los países en desarrollo clasificándolos entre más y menos vulnerables al cambio climático.
Los Jefes de Estado y de Gobierno y Jefes de Delegación de los países que conforman la Alianza Bolivariana de los Pueblos de las Américas – Tratado de Comercio los Pueblos, ALBA-TCP, reunidos en la ciudad de Otavalo, Ecuador, junto con autoridades indígenas y afrodescendientes electas y designadas de la región demandamos que las propuestas de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra sean recogidas en el proceso de negociación de la Conferencia de Cancún:
Enmienda al Protocolo de Kyoto, para el segundo período de compromisos a iniciarse en 2013, en el cual los países desarrollados deben comprometer reducciones domésticas significativas de, al menos, el 50% respecto al año base de 1990.
Nuestra visión futura, fundamentada en el principio de responsabilidades históricas, comunes pero diferenciadas, exige que los países desarrollados se comprometan con Metas cuantificadas de reducción de emisiones de los países desarrollados que permitan retornar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a 300 ppm y así, limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel muy por debajo de 1,5ºC, con una estabilización ideal en 1ºC.
Consideración y aprobación del proyecto de Declaración Universal sobre los Derechos de la Madre Tierra para restablecer la armonía con la naturaleza.
Reconocer y honrar la deuda climática de los países desarrollados con los países en desarrollo y nuestra Madre Tierra.
Los países desarrollados deben comprometer un financiamiento público anual nuevo, adicional a la Ayuda Oficial al Desarrollo. Asimismo, demandamos que los recursos que hoy los países desarrollados asignan a sus presupuestos de guerra y defensa sean destinados a combatir los efectos del cambio climático.
Los países contaminadores están obligados a transferir, de manera directa, los recursos económicos y tecnológicos para pagar la restauración y mantenimiento de los bosques y selvas, en favor de los pueblos y estructuras orgánicas ancestrales indígenas, originarias, campesinas. Esto deberá ser una compensación directa y adicional a las fuentes de financiamiento comprometidas por los países desarrollados, fuera del mercado de carbono.
Reconocimiento y revalorización de las raíces indígenas y originarias de la humanidad, y efectiva implementación de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en las negociaciones y acciones vinculadas al cambio climático.
Incentivar los modelos de producción agrícola que sean ambientalmente sostenibles y que garanticen la soberanía alimentaria.
Los países desarrollados deben asumir la responsabilidad sobre los migrantes climáticos, acogiéndolos en sus territorios y reconociendo sus derechos fundamentales.
Establecimiento de un fondo de financiamiento e inventario de tecnologías apropiadas y liberadas de derechos de propiedad intelectual, en particular, de patentes. Estas tecnologías deben ser útiles, limpias, y socialmente adecuadas y deben pasar de ser monopolios privados a ser de dominio público, de libre accesibilidad y bajo costo.
Construcción de un Tribunal Internacional de Justicia Ambiental y Climática.
Referéndum Mundial sobre Cambio Climático para que los pueblos decidan.
Los Gobiernos de los países del ALBA-TCP y las autoridades indígenas y afrodescendientes reiteramos que no habrá solución a los problemas del cambio climático si no se escucha la voz de los pueblos.
Firmado en Otavalo, República del Ecuador, a los veinte y cinco días del mes de junio de dos mil diez.
Evo Morales Ayma
Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia
Rafael Correa Delgado
Presidente de la República del Ecuador
Hugo Chávez Frías
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Roosevelt Skerrit
Primer Ministro de la Mancomunidad de Dominica
Esteban Lazo Hernández
Vicepresidente del Consejo de Estado de la República de Cuba
Lumberto Campbell Hooker
Secretaria Presidencial para la Costa del Caribe de la República de Nicaragua
Testigo de Honor
Jerónimo Lancero Chingo
Ministro de Cultura y Deportes, República de Guatemala
Testigo de Honor
Jorge Lara Castro
Viceministro de Relaciones Exteriores de la República de Paraguay