El Banco Central de Reserva (BCR) acaba de publicar la Encuesta de Hogares de 2022, cuyos datos muestran un deterioro del nivel de vida de la población con respecto al año 2021 y sobre todo al 2019, cuando terminó el Gobierno anterior.
Si tomamos la pobreza como variable que sintetiza el deterioro de las condiciones de vida, vemos que la misma aumentó del 23.5% de los hogares en 2019, al 24.6% en 2021 y 26% en 2022. (Datos de la encuesta de cada año).
Los hogares en pobreza extrema (carencia de alimentos) aumentaron del 4.6% en 2019 al 7.8% en 2021 y 8% en 2022. O sea, casi se han duplicado durante el actual Gobierno.
La pobreza ha crecido a pesar de que la población total del país disminuyó de 6,704,864 personas en 2019 a 6,330,947 personas en 2022. El descenso de la población se debe al aumento de la emigración.
La situación es más grave si se toma en cuenta que en tres años y nueve meses de gobierno (junio 2019 a febrero 2023), la deuda pública aumentó en $5,881 millones: de $19,800 millones a $25,689 millones (datos del BCR).
¿De qué sirve aumentar la deuda si al mismo tiempo aumenta la pobreza?