Documentos gubernamentales obtenidos por The Intercept revelan que Estados Unidos está construyendo una base militar secreta en Israel. La presencia de tropas estadounidenses en el desierto de Negev, a sólo 32 kilómetros de Gaza, se ha ido incrementando.
La base se identifica con el nombre en código «Sitio 512» y está ubicada en una antigua base estadounidense desde donde se monitoreaba el cielo. Unos meses antes de la incursión de Hamás, el Pentágono otorgó un contrato multimillonario para construir instalaciones en ese sitio.
El «Sitio 512» no se percató del ataque con misiles el 7 de octubre porque la base está enfocada en Irán, que está a más de 1.200 kilómetros de distancia y tiene misiles de largo alcance. Según datos obtenidos, tiene estructuras similares a cuarteles para el personal y no se ha informado públicamente sobre la naturaleza de la instalación militar por la que el Departamento de Defensa 35,8 millones de dólares.
El exanalista jefe del centro antiterrorista de la CIA, Paul Pillar, dijo a The Intercept que la base se mantiene en secreto por razones político-diplomáticas y podría usarse para apoyar operaciones en otras partes de Asia Occidental.
Todo indica que la instalación militar presta especial atención a Irán, quien es considerado por Estados Unidos como la base de apoyo de Hamás y Hezbolá. Luego del 7 de octubre, se ha duplicado el número de aviones estadounidenses de combate en la región, así como el despliegue de portaaviones frente a las costas de Israel.