Otro mundo es posible sin el sometimiento, el colonialismo, la opresión, la violencia, la muerte de los más humildes, de ahí es que «no basta con ser pluralista y humanista, sino que es igual de importante asumirse como antimperialista» y seguir luchando a favor de la gente humilde.
No cabe duda que para repeler y hacer frente a toda política de desestabilización, de intervención, de injerencia que el imperio, el sionismo y sus lacayos, impone contra aquellos gobiernos que no se alinean a sus políticas de sometimiento capitalista, de las potencias mundiales, aquellos que son llamados el supuesto “Eje del Mal”, tanto en América Latina, el Caribe como en Medio Oriente, aquellos a los que sanciona, bloquea, los que sufren de manera directa los embates de su intolerancia, su arrogancia y discriminación, los que continúan resistiendo a sus políticas de dominio, se hace necesario hoy más que nunca la integración y la resistencia de los pueblos ante los embates del nuevo orden mundial.
Sin lugar a dudas crear y diseñar estrategias son los objetivos que priorizan a los pueblos precisamente en estos momentos donde se llevó adelante cumbres como la del G20 en Roma, el 30 y 31 de octubre pasados, la que sólo intentó resolver los problemas que aquejan al poder y al dinero, la que atiende la crisis que obstaculiza la acumulación de capital de los grandes ricos del mundo y sus corporaciones multinacionales, bancarias y financieras; pues se debe reconocer que los ricos, especialmente los grandes capitalistas, menos del uno por ciento de la población mundial, está representada por el G20, mientras la mayoría de los 7 mil millones de los pobladores del planeta se debaten cotidianamente entre las penalidades económicas, la explotación y la inseguridad laboral, ahora mucho más con la pandemia del Covid 19, la que trajo más desigualdad, desempleo, violencia, hambruna y más males, fruto precisamente de su ambición y codicia, ya que continuamos gobernados por un sistema imperialista, por una dictadura de los empresarios. ¿O acaso esto no es así?
Ya lo señalaron en la «Declaración de la Cumbre de los Pueblos contra el G20» «Que la Cumbre del G20 es un espacio ilegítimo. Por ser una ampliación de países que integran el G7, responsables directos de los graves problemas económicos, financieros, sociales y ambientales que enfrenta la humanidad. Sus respuestas a la crisis están sustentadas en mantener el sistema actual sin ninguna modificación de fondo. Porque es la alianza entre las élites tecnocráticas/políticas globales con el poder corporativo multinacional”; es decir ninguna de sus propuestas son en beneficio de los más pobres.
Es en ese sentido, que una forma de interpelación son precisamente los procesos de integración de los pueblos en su resistencia contra la arrogancia mundial, la condena a las injerencias extranjeras, la unidad de los pueblos para hacer frente a toda esa ideología de conforte, de enriquecimiento a costa de los débiles, del servicio al Dios comercio, de ahí es que se han realizado diferentes encuentros mundiales como «Las Cumbres de los Pueblos”[2], donde organizaciones sociales de trabajadores, campesinos, migrantes y derechos humanos de todo el mundo expusieron sus reclamos frente a la segregación generada por el escenario geopolítico global; es decir alternativas con modelos distintos por una sociedad distinta, sin explotación, opresión y miseria.
Al mismo tiempo recientemente se llevó a cabo el XXV Seminario Internacional “Los partidos y una nueva sociedad” el 21, 23 de octubre en México que reunió a más de 150 representantes de partidos, movimientos y organizaciones políticas de 45 países de América Latina y el Caribe en su mayoría, y de Europa, Asia y África, una apuesta por la integración, y la unión de los pueblos, en apoyo a la Resistencia Antiimperialista Antisionista y condena a las criminales injerencias extranjeras que pretenden abortar sus objetivos de soberanía y emancipación social, en la que participaron líderes mundiales, como Evo Morales Ayma, líder del Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP), quien denunció que Estados Unidos sólo impone sanciones económicas, organiza golpes de Estado y promueve el racismo y el fascismo en todo el mundo, recordando, la experiencia sufrida en Bolivia tras el golpe de Estado, de 10 de noviembre de 2019, y la posición tomada por México, que le otorgó protección a él y a una veintena de funcionarios de su gabinete.
Otros líderes también estuvieron presentes, como el expresidente de Honduras Manuel Zelaya, quien afirmó que el bloqueo a Cuba es una vergüenza del modelo económico mundial y mientras exista no es posible hablar de cambio en el mundo. Al mismo tiempo se denunció las sanciones hacia Venezuela, y otros países como la resolución presentada por Leila Ghanem del Líbano, la que denunció los crímenes de los fascistas que ejecutan la voluntad de las potencias imperialistas de desencadenar una guerra civil, así como que las sanciones económicas impuestas a Siria y a Líbano pretenden provocar la hambruna de sus pueblos.
Debemos reconocer que éstas y otras instancias son una oportunidad para denunciar, el inhumano bloqueo económico del imperio por más de 62 años hacia Cuba, así también las sanciones hacia Venezuela, otra de sus víctimas, hoy está siendo pulverizada, ya que el único interés de EEUU es el petróleo de uno de los países que tiene la mayor reserva en el mundo, también condenar el apartheid, el genocidio, la política de judaización y limpieza étnica que lleva adelante el régimen sionista de Israel contra el pueblo de Palestina; así como toda la “política” destructiva del imperio y sus huestes contra países como Nicaragua o Irán quienes continúan resistiendo los embates criminales, inhumanos y arteros de Estados Unidos, Israel y sus halcones; pues la imposición de medidas coercitivas unilaterales, como los bloqueos, las sanciones no solo son violatorias al Derecho Internacional, sino constituyen crímenes de lesa humanidad agravadas por la situación de pandemia en la que nos encontramos.
En definitiva, la integración de los pueblos en su lucha, en su resistencia, es la única vía para hacer frente a la ambición, a la codicia de los amos y poderosos del mundo que no sólo está llevando a la hambruna, al hambre crónica del planeta; sino también a su destrucción, pues son las potencias mundiales, los países más industrializados y emergentes, que han aumentado sus niveles de CO2, en un 4% en 2021, hablando del cambio climático, y los que se encuentran hoy reunidos en la cumbre del clima, COP26 de Glasgow, Escocia.
Otro mundo es posible sin el sometimiento, el colonialismo, la opresión, la violencia, la muerte de los más humildes, de ahí es que «no basta con ser pluralista y humanista, sino que es igual de importante asumirse como antimperialista» y seguir luchando a favor de la gente humilde.
[1] Escritora y periodista boliviana radicada en Medio Oriente, Irán.
[2] «Cumbre de los Pueblos: La construcción de una agenda diferente a la del G20». Leer más en: https://www.unsam.edu.ar/tss/cumbre-de-los-pueblos-la-construccion-de-una-agenda-diferente-a-la-del-g20/