CARÁCTERÍSTICAS GENERALES
La región del Sahel es una amplia franja de territorio semidesértico que bordea por el sur al desierto del Sahara, desde el océano Atlántico en Mauritania hasta Eritrea, en el Océano Índico. Con una superficie de más de 3 millones de km2, pasa los por territorios de las Repúblicas de Mauritania, Senegal, Mali, Níger y Chad, Sudán, Etiopía y Eritrea, a lo largo de unos 6.000 kms. Cuenta con cuantiosos recursos naturales, entre los que se destacan el uranio, gas, petróleo, oro, diamantes, hierro, litio, bauxita, magnesio, sal, zinc y fosfatos.

INTRODUCCION
Diversas zonas del África Subsahariana están atravesando actualmente por una difícil situación política, económica y humanitaria, como consecuencia de distintos factores, entre los cuales se destacan el accionar del fundamentalismo islámico, la represión gubernamental, la inestabilidad política, los conflictos étnicos, los delitos transnacionales, las migraciones forzadas y los desfavorables términos de intercambio en su comercio internacional.
A éstos se suman otras causas como los brotes epidémicos (en especial de malaria, fiebre amarilla y ébola), el cambio climático (que ha ocasionado prolongadas sequías y el avance de la desertificación), plagas (especialmente de langostas), las que han provocado recurrentes crisis de la agricultura y una creciente inseguridad alimentaria.
La interacción de dichos elementos contribuye a socavar las bases del desarrollo económico, la radicación de inversiones, la creación de fuentes de trabajo (especialmente para la juventud), la expansión de la infraestructura (para agua potable, residuos cloacales, energía, carreteras, comunicaciones), y el desarrollo de la agricultura, la ganadería y la industria, lo que afecta la sustentabilidad de los gobiernos y el bienestar de sus pueblos.
Entre los delitos transnacionales, el tráfico ilegal de estupefacientes, de armas y de personas, el contrabando y la piratería son modalidades delictivas que han incrementado su accionar en el Sahel y en aguas del Océano Indico. Los países más afectados se han reunidos en periódicas cumbres y han solicitado mayor cooperación internacional para combatir al delito transnacional en todas sus manifestaciones.
Pero por sobre todas las cuestiones, quizás la más grave sea la consuetudinaria disparidad en los términos de intercambio con algunos de sus socios comerciales externos, que pagan sumas por demás escasas por los recursos naturales sahelianos.
FUNDAMENTALISMO, REPRESIÓN GUBERNAMENTAL Y REFUGIADOS
Operan en la región las milicias fundamentalistas del Estado Islámico en el Gran Sahara (EIGS), y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM, Jamāʿat Nuṣrat al-Islām Wal-Muslimīn), el que agrupa a las organizaciones Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Ansar Eddine, el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO). En la República Federal de Nigeria operan las milicias Boko Haram y Ansaru; mientras que en Somalia y Kenia es muy activa la milicia Al Shabaab.
Los constantes enfrentamientos entre éstos y las fuerzas gubernamentales, apoyadas por fuerzas occidentales, han provocado que centenares de miles de personas se hayan visto obligadas a abandonar sus tierras, lo que agravó la crónica escasez de alimentos.
Según la Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el número de desplazados y refugiados ha superado las 3 millones de personas y estima en 10 millones los niños con riesgo alimentario, educación y social.
https://www.unicef.org/es/informes/la-infancia-en-peligro-maximo-riesgo-en-el-sahel-central
Asimismo, la represión gubernamental rara vez distingue a guerrilleros de pobladores, dado que los primeros suelen disimularse entre los segundos, lo que deriva en más sufrimientos para las poblaciones civiles, víctimas muchas veces de la represión indiscriminada por parte de los ejércitos locales, así como de los “efectos colaterales” de las operaciones militares occidentales.
Tal fue el caso del bombardeo a la aldea de Bounti, en enero de 2021, en el que veinte civiles malienses murieron en un ataque de la fuerza aérea francesa, hecho que motivó una investigación de las Naciones Unidas.
https://www.elperiodico.com/es/internacional/20210331/onu-acusa-francia-matar
Los países de la región han establecido diversos mecanismos de cooperación en materia de Seguridad, con el fin de contrarrestar el accionar de tales organizaciones. En febrero de 2014, Mauritania, Mali, Níger, Chad y Burkina Faso formaron el Grupo G5 Sahel, en el que también participan Francia, y solapadamente los Estados Unidos e Israel.
Los resultados del accionar conjunto distó de ser exitoso, y en mayo de 2022 el nuevo régimen de Mali anunció el retiro del país de la entidad, dadas las rispideces ocasionadas por el golpe de Estado de mayo de 2021 y por el deterioro de los vínculo bilaterales con Francia.
La República Federal de Nigeria es uno de los países más afectados por la violencia integrista, en especial por el accionar de la secta Boko Haram, términos que en dialecto hausa podrían traducirse “Occidente Prohibido” (o la Cultura Occidental es Pecado).
Fundado por el clérigo Ustaz Mohammed Yusuf, el grupo se inició como un espacio de predicación, si bien con una diatriba contestataria y radical, en un país en el que los enfrentamientos entre los cristianos sureños y musulmanes norteños suelen ser recurrentes, en especial en la zona del Middle Belt central, donde pastores musulmanes hausas y fulanis compiten con los agricultores yorubas cristianos por las escasas tierras fértiles.
A inicios de 2009, la secta fue objeto de una feroz represión por parte de las fuerzas de seguridad, que finalmente tomaron por asalto su Mezquita. Yusuf fue ejecutado por la policía en el cuartel de Maiduguri, el 30 de julio de 2009.
Sus adeptos pasaron a la clandestinidad e iniciaron una campaña de atentados contra instalaciones administrativas, policiales y militares. A lo largo de una década, las acciones de Boko Haram y la represión gubernamental dejaron un saldo de más de 100.000 muertos y 5 millones de desplazados internos, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), de la Cruz Roja Internacional y de ONGs presentes en la zona (Médicos sin Fronteras, Human Rights Watch y otras). Además, el conflicto se expandió a las vecinas Repúblicas de Camerún y Chad.
Si bien Boko Haram sigue activa, la muerte de su líder Abubakar Shekau (nacido como Abu Mohamed Abu Bakr Al-Sheikawi) en mayo de 2021, aplacó su accionar en los últimos años.
La inestabilidad política es a la vez causa y efecto del actual cuadro de situación: por un lado, las crisis recurrentes debilitan a los gobiernos, sean estos legítimos o ilegítimos; a su vez, las revueltas y los golpes militares sólo cosechan repudios internacionales y llevan a los países al aislamiento internacional.
A lo largo de los últimos años se produjeron golpes de estado en las República de Mali (marzo de 2012 y mayo de 2021), en Chad (abril de 2021), en Burkina Faso (febrero de 2022), y en Níger (febrero de 2010 y julio de 2023).
Las asonadas han sido severamente repudiadas por la Comunidad Internacional y fueron objeto de sanciones políticas y económicas por parte de los Estados Unidos, Francia, la Unión Europea, la Unión Africana y la Comunidad Económica de Estados del Oeste de Africa (CEDEAO). https://news.un.org/en/story/2023/08/1140277
CAMBIO CLIMÁTICO
Otrora tierra fértil, el Sahel se ha visto afectado por el incesante avance del desierto, lo que hizo cada vez más escasa la disponibilidad de tierras aptas para la agricultura y la ganadería. Además, el gradual descenso del Lago Chad, que baja su nivel a razón de un metro anual, ha afectado a las poblaciones que lo circundan.
A dicha situación se ha sumado la persistente sequía iniciada en 2020, que afecta a la mayor parte del África oriental. Las zonas más castigadas son las mesetas somalíes, el norte de Kenia y el sur de Etiopía. Se calcula que unas 3 millones de personas necesitan ayuda alimentaria, dados el cese de la producción y el éxodo rural.
CONSIDERACIONES FINALES
La crisis en el Sahel es multicausal y consecuentemente, los cursos de acción para revertir tan desolador panorama deben también ser de diversa índole.
Es menester tener en cuenta de que se trata de países jóvenes, con una vida independiente que se remonta a pocas décadas, y que sus fronteras e integración étnica fueron trazados arbitrariamente por las potencias europeas, que agruparon dentro de un mismo Estado a etnias que han sido enemigos ancestrales.
Aun así, el Sahel, y toda Africa, han dado una gran lección a la Comunidad Internacional: a pesar de lo arbitrario de sus fronteras, las guerras interestatales han sido escasísimas, en virtuoso contraste con Europa o los Estados Unidos, que durante siglos han zanjado sus diferencias con guerras atroces.
El Sahel, como toda Africa, padece el binomio escasez de recursos, enormidad de desafíos. La violencia imperante, la inestabilidad política y los desfavorables términos de intercambio con sus socios comerciales tradicionales han impedido el desarrollo de una burguesía propia y pujante, así como de un Estado fuerte que pueda llevar adelante las obras que infraestructura absolutamente esenciales a la producción.
El Sahel y Africa toda, hoy claman por nuevos esquemas de intercambio comercial y nuevos socios van surgiendo y consolidándose. China, Rusia, Turquía, Israel, India, Brasil, hoy pugnan, y muchas veces con éxito, contra los socios tradicionales africanos, como Francia, el Reino Unido y los Estados Unidos, con los que los resultados no han sido satisfactorios.
En esta coyuntura, la reciente ampliación de los BRICS puede ser una nueva oportunidad para el convulsionado Sahel y para todo el continente africana, que lo ayude a superar su situación de mero exportador de materias primas bajo el único designio del dólar.
Una nueva geoeconomía está naciendo, bajo el signo de las 5R: Real brasileño, Rublo ruso, Rupia india, Rand sudafricano y el Renminbi (moneda del pueblo, o yuan) chino. https://portalalba.org/temas/geopolitica/multipolaridad/un-paso-clave-y-decisivo-lo-fundamental-de-la-xv-cumbre-brics/
Otra cuestión clave será la Cooperación Sur-Sur, aspecto en el que América Latina y Africa tienen mucho potencial a desarrollar.
Messina José Matías
Lic. en Relaciones Internacionales – Universidad del Salvador
Analista y Docente