En 1806 se produjo la primera invasión inglesa al Río de la Plata. Luego de capturar la africana Ciudad del Cabo, las fuerzas colonialistas emprendieron el cruce del Atlántico con el objetivo de tomar la ciudad de Buenos Aires. Inglaterra tras derrotar en Trafalgar a la franco-española “Armada Invencible”, se lanzó decididamente a la conquista de nuevas colonias.
La especulación de los ingleses era simple: en Buenos Aires contamos con el apoyo de la población, ya que desde hace años un sector principal de esa ciudad mantiene un comercio fluido con Inglaterra. Eso era cierto, la burguesía comercial porteña sostenía el contrabando con Gran Bretaña.
Pero una cosa eran los anhelos de ese “sector principal” y otra los de toda la población rioplatense. Mientras esa burguesía aplaudía la invasión inglesa, el pueblo se preparaba para la resistencia.
Mariquita Sánchez de Thomson, dama de esa burguesía escribirá en referencia a los combatientes: «… es preciso confesar que nuestra gente del campo no es linda, es fuerte y robusta pero negra. Las cabezas como un redondel, sucios; unos con chaqueta otros sin ella… El regimiento 71 de Escocés, mandado por el general Pack; las más lindas tropas que se podían ver, el uniforme más poético, botines de cintas punzó cruzadas, una parte de la pierna desnuda, una pollerita corta… Este lindo uniforme, sobre la más bella juventud, sobre caras de nieve, la limpieza de estas tropas admirables, ¡qué contraste tan grande!… al ver aquel día tremendo dije a una persona de mi intimidad: Si no se asustan los ingleses de ver esto, no hay esperanza».
Pero no fue por el susto que perdieron los ingleses, sino porque el pueblo rioplatense los derrotó con las armas en la mano. El 12 de agosto las elegantes tropas británicas se rendían ante el gauchaje bravío.
El Regimiento 71 de Highlanders, invicto hasta la fecha, perdió en la batalla hasta sus distintivos. En la actualidad, el famoso regimiento colonialista desfila sin banderas, ya que las mismas se encuentran como trofeo de los argentinos en la ciudad de Buenos Aires.