El próximo 19 de Junio en Colombia se llevará a cabo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, la cual va a marcar un hito en la historia del vecino país, que puede convertirse en un giro en su devenir histórico.
Gustavo Petro obtuvo en primera vuelta una amplia ventaja sobre sus principales oponentes, la hegemonía política del uribismo se quebró y quedo esparcida en fragmentos. Tanto Petro como Rodolfo Hernandez, el segundo en contienda, son identificados con el cambio, aunque este último tenga no solo rabo de paja sino el silo de paja completo bajo su aurora de Outsider. A diferencia de Petro quien obtuvo 8 millones y medio votos, un sólido piso político que requiere de un millón y medio de votos más para garantizar el triunfo, el candidato de la formula “todos contra Petro” debe buscar entre el uribismo fragmentado un poco más de 5 millones de votos.
Petro recibió el apoyo de Antanas Mockus, el exalcalde de Bogotá y lider del centro político, quien manifestó entre otras razones su voto al líder del Pacto Histórico, “Porque su gobierno fortalecerá la democracia: la fuerza del Pacto Histórico no está en propuestas de poder, sino en el compromiso, con la escucha y la participación de los colombianos”. En la otra orilla el candidato de la cultura política rancia, Rodolfo Hernandez, recibe apoyo por ejemplo de la Senadora Paloma Valencia, nieta del expresidente conservador Guillermo Leon Valencia, ultrosa uribista, con su posicion conocida de “Seguridad Democrática. Confianza Inversionista. Cohesión Social. Mano firme, corazón grande”. Para que tengamos una idea de los “nuevos” aliados de llamado candidato outsider y las alianzas que se construyen alrededor de Petro y Francia Marquez.
La fórmula del Pacto Histórico termina la campaña bajo los signos de las amenazas de muerte, hasta ahora frenadas por Washington y de la posibilidad real del protagonismo de Generales que se niegan a entregar el poder al binomio de Petro y Marquez, quienes son bajo la doctrina militar, divulgada a lo largo y ancho de los cuarteles y bases militares, enemigo internos.
¿Seguirá siendo Venezuela la hipótesis de guerra que están instruyendo actualmente en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, la Escuela Militar de Aviación, la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla, la Escuela Naval de Suboficiales A.R.C. Barranquilla o la Escuela Superior de Guerra? ¿Está de acuerdo Petro con la Doctrina Damasco? ¿En la Doctrina Damasco, se concibe la agresión a los paises vecinos? La “amenaza comunista” más la “amenaza del ideario bolivariano”, Monroe vs Bolívar, la nueva guerra fría con un lastre histórico a la que Gustavo Petro y el Pacto Histórico deberán hacer frente.
Sin querer comparar lo ocurrido en Venezuela en las elecciones presidenciales de 1998 cuando el Comandante Hugo Chávez alcanzó la victoria quebrando de esta manera al modelo puntifijista que rigió al país por 40 años, en aquellas elecciones, el General Rojas Pérez, para entonces, yerno del Presidente Rafael Caldera y jefe del Ejército venezolano, se opuso a entregar el poder, desconociendo de esta manera la victoria obtenida por el Comandante Chávez. ¿El jefe del ejército colombiano, Eduardo Enrique Zapateiro estará dispuesto a seguir los pasos del general Perez Rojas? A Zapateiro, 3 mil oficiales en situación de reserva activa le han manifestado lealtad y su apoyo ante las declaraciones que durante la campaña electoral Zapateiro ha emitido contra Gustavo Petro; entre los aliados figura el Coronel Álvaro José Aparicio, quien da esta declaración sobre Petro: “Es inaceptable que un personaje que ha cometido toda clase de actos terroristas y de corrupción, entre otras cosas, en contra del pueblo colombiano, con sus actos de politiquería barata pretenda en busca de votos, manchar la imagen institucional de esta manera tan baja”.
Hace poco en su cuenta de tuiter, Petro publicaba: “Bienvenidos generales(r) Parra, Huertas y Pinto, coronel Barrera y sargento Chaĺá, entre otros. Una fuerza pública profundamente respetuosa de la Constitución, de los derechos y las libertades de toda la ciudadanía”. ¿Será suficiente el apoyo del General Cesar Parra, el General Juan Miguel Huertas y el General Jose Henry Pinto, oficiales retirados, que dirigieron combates contra la insurgencia, para contrarrestar décadas de seguridad democrática? Hay que preguntarse qué se juega el sector más conservador del ejército colombiano ante una victoria del Pacto Histórico. ¿Podrá darse un proyecto distinto de país, alternativo y progresista, sin generar transformaciones hacia adentro de los cuarteles militares colombianos? ¿Qué pasara en el futuro con las bases militares de los Estados Unidos en suelo colombiano? Recordemos que en el 2009, con Rafael Correa como presidente de Ecuador, la Base de Manta pasó a control de las fuerzas militares ecuatorianas cesando de esta manera 10 años de presencia gringa, “Nunca más bases extranjeras en territorio ecuatoriano, nunca más una venta de la bandera”, declaró para aquel entonces el canciller, Fander Falconí.
De un trabajo de construcción de escenarios de Humberto Sánchez publicado en el portal desdeabajo.info, nos enfocaremos en el escenario militar que propone en caso de triunfar Gustavo Petro el próximo 19 de Junio. Sanchez señala varios elementos que corren un escenario adverso a la gobernabilidad del Pacto Histórico: aumento de homicidios a líderes sociales, reagrupamiento de las fuerzas paramilitares a lo que solo le agregaríamos el reagrupamiento de estas fuerzas alrededor de las estructuras de narcotráfico como ha venido ocurriendo desde la supuesta desmovilización de los paramilitares, la tensión con amplios segmentos de las fuerzas armadas colombianas, entre otras posibilidades, como una posible negociación de paz con la insurgencia que toque problemas medulares de la sociedad colombiana. Si a estos escenarios en el aspecto militar le cruzamos los construidos en el ámbito político, económico, internacional y social, veremos con certeza que lo difícil no será solo ganar el próximo 19 de junio, sino mantenerse en el poder y generar la gobernabilidad necesaria que arroje las bases para una época de gobiernos alternativos en Colombia.
Aun ganando Gustavo Petro, las amenazas de muerte, de Golpes de Estado y un incremento de la violencia política por parte de grupos armados conectados al narcotráfico y al paramilitarismo, son una realidad a la que un gobierno del Pacto Histórico deberá enfrentar. Petro, Francia Marquez y el equipo de gobierno que se estructure se enfrentaran a uno de los grandes desafíos, desmontar el narcoestado. Es la posibilidad de frenar 60 años de violencia política y establecer las bases para una Nueva Colombia. Lograr la paz de por sí sobre una sociedad marcada por la violencia política, ya sería un gran triunfo para un nuevo pacto histórico en la sociedad colombiana a través de un gran acuerdo nacional que sin duda cambiaria la correlación de fuerzas en la región empujándola hacia una integración pensada desde el sur.
¿Cuál es el problema de fondo para Petro? Desmontar la cooptacion narcoparamilitar del Estado colombiano, por un lado, como ya señalamos y hacer frente a la desigualdad, lograr la justicia social para el pueblo colombiano, por otro lado.
Colombia necesitaría un ciclo, una época de gobiernos alternativos y progresistas; un segundo, tercer, cuarto y quinto periodo de gobierno para sentar las bases de un nuevo modelo económico y social. Que quiebre la actividad del narcotráfico paramilitar y corruptor, pero valdría preguntarse, si quienes generan el 3% del PIB con base a esta actividad ilegal estarían dispuestos a ceder. Aquí el fraude como herramienta de quienes han detentado el poder desde la muerte del Libertador Simón Bolívar es un recurso usual y más para esta mafia que produce y se enriquece con ese 3% del PIB colombiano.
Un informe de Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) de Julio, 2021, señala: El área sembrada en Colombia con coca alcanzó 143.000 hectáreas; “Desde hace cinco años se consolida una tendencia a la concentración de los cultivos de coca, particularmente en zonas de frontera y en áreas geoestratégicas para el tráfico de cocaína”; “A nivel nacional, el rendimiento anual de hoja de coca por hectárea se incrementó en torno al 10 %, al pasar de 5,8 tm/ha/año en el 2019 a 6,4 tm/ha/año en el 2020”. Otros estudios diferentes estiman que, “3% del PIB correspondería al narcotráfico y negocios asociados, cerca de $29,2 billones”. Estos son datos duros, proporcionados por un organismo de la ONU y no una simple narrativa de la política electoral. No me imagino a Rodolfo Hernandez desmontando al narcoestado.
La catástrofe social, el hambre y la desigualdad están en la agenda de gobierno de Petro, Marquez y el Pacto Histórico. Es el principal reto a vencer pues su no solución puede hacer inviable el gobierno y su gestión. Para este año, la CEPAL proyecta que en Colombia habrá un 39,2% de pobreza por encima de la media en la región de un 33%. Hablamos, según datos de Jorge Luis Garay, economista e investigador colombiano, que hay un aproximado de 9 millones de colombianos pobres o vulnerables, es la segunda peor desigualdad económica de América Latina, con un índice de Gini de 54.2%, “Los registros de la DIAN – un organismo gubernamental que cobra impuestos – indican que el 50 % de las personas naturales con menores ingresos recibieron apenas el 16 % del total de los ingresos declarados en 2018, mientras que el 10 % de las personas más ricas recibieron el 51 %; el 1 % recibió el 25%, y el 1 por mil concentra el 11 %”.
“Para el DANE, organismo gubernamental de estadisticas, durante el 2021, 6,1 millones de personas, el 12,2% de la población vivieron bajo condiciones de hambruna, esto es, pobreza extrema o indigencia. En 2022, el hambre de la poblacion pobre y la caida en el nivel de vida de la clase media vulnerable escalaran exponencialmente teniendo en cuenta el dato de inflación de abril que alcanzó el 9,23% en su dato anual, registro más alto en 21 años”, nos señala otro economista colombiano, Libardo Sarmiento Anzola.
En Colombia, 115 menores fallecieron por desnutrición aguda en el 2020 solo en La Guajira colombiana, 600 mil niños y niñas con desnutrición crónica en toda Colombia.
3 millones de colombianos han emigrado a otras partes del mundo buscando mejores condiciones de vida (dato publicado por el diario El Espectador).
En este orden de ideas es absurdo pensar que un futuro gobierno de Rodolfo Hernandez sería el gobierno de los pobres.
El triunfo inminente de la dupla de Gustavo Petro y Francia Marquez traería para el pueblo colombiano una esperanza de vida y de transformación a su existencia, es hora de que la paz y la justicia social llegue y que un futuro con condicones materiales y oportunidades similares se abran para este pueblo hermano.
Como Venezolano, como Bolivariano y por ende como Chavista me toca aspirar a la manera del Gabo por el bien para Colombia, “Que cada quien pueda vivir y hacer sólo lo que le gusta, desde la cuna hasta la tumba”.
Gana Petro y llega la hora de Los Nadie. Nuestra América existe, Vivir Sabroso es posible.