Las pasadas elecciones legislativas en Colombia por representantes y senadores al Congreso, dieron el primer gran campanazo para las próximas elecciones presidenciales a realizarse en el vecino país a finales del mes de mayo del año en curso. Las fuerzas alternativas al Uribismo, representadas en el Pacto Histórico encabezada por Gustavo Petro lograron una importante victoria. Los resultados aun están bajo la lupa de la ciudadanía al comprobarse la manipulación del voto, especialmente sobre aquellas fuerzas políticas que se presentaron como alternativa ante el Uribismo.
Sobre el fraude electoral que ya ha sido denunciado por el propio Gustavo Petro, el Registrador Nacional, una ficha del Uribismo, ha respondido con un “en Colombia no hay fraude”. El fraude electoral ha tenido un único objetivo, frenar el avance de las fuerzas alternativas en Colombia, desde la puesta en escena de los jurados electorales, una suerte de miembros de mesa de votación hasta la manipulación del software utilizado en el proceso electoral. Fraude avalado además por la Unión Europea, quienes fieles a lo que vienen haciendo en la Crisis de Ucrania, declararon, “comicios legislativos transparentes”. Hasta el propio Álvaro Uribe Vélez se ha adelantado a decir que “no se puede aceptar este resultado”, tal vez en un acto de adelantarse a los resultados del próximo 29 de mayo.
Miremos este sencillo ejemplo reseñado por Alirio Uribe Muñoz en su cuenta tuiter, “Bogotá escrutado el 50,7% aparecen 60.057 votos en 1.268 que estaban con 0 votos. Nacional escrutado el 65% aparece 539.473 votos que no habían contado. ¡PACTO TIENE MAS DE 20 CURULES!”. Es sencillo, apliquemos una regla de tres; sí en 1.268 mesas en Bogotá aparecen 60.057 votos, cuantos votos hay en las más de 29 mil mesas que faltan a nivel nacional.
Otro tuit, pero esta vez de Gustavo Petro, daba el total hasta la fecha de votos recuperados, “486 mil votos por el Pacto Histórico” que combinados a los de otra organización participante, denominada Fuerza Ciudadana, contabilizarían más de 3 millones de votos lo que elevaría los curules de Senadores del Pacto Histórico a 20, al igual que el número de Representantes a la Cámara.
El 13 de marzo constituyó el primer gran triunfo del Pacto Histórico a pesar del fraude electoral que ha impedido por ahora convertirse en la primera fuerza política ante un Uribismo en decadencia y en caída libre (y sin paracaídas ni siquiera el de reserva) golpeado por su primera gran derrota en las urnas electores después de 30 años. Solo con el fraude en las próximas elecciones de mayo el Uribismo podría sobrevivir a su extinción.
Gustavo Petro, tiene como objetivo principal lograr el triunfo en primera vuelta. La estrategia principal de los integrantes del Pacto Histórico requiere recomponer fuerzas más allá del Pacto y construir el Frente Amplio, que sería como el Chiripero venezolano que hizo posible el triunfo de Rafael Caldera. Liberales, conservadores y verdes están en la mira de nuevos acuerdos.
Además Gustavo Petro tiene amenazas de muerte, peligro latente por las formas inicuas de la política en Colombia. Es la larga historia de crímenes políticos cometidos contra candidatos presidenciales que han representado una alternativa política ante el estamento político y económico tradicional desde los tiempos de la Independencia. Recordemos tan solo el atentado a Simón Bolívar a manos del santanderismo. Jorge Eliecer Gaitán, su asesinato desatarían más de 70 años de violencia política en Colombia. Jaime Pardo Leal quien fue candidato por la Unión Patriótica (organización política aniquilada por el Estado colombiano) fue asesinado en octubre de 1987. Bernardo Jaramillo Ossa, también candidato de la UP asesinado por un sicario de Pablo Escobar en el año de 1990. Luis Carlos Galán, liberal asesinado por estructuras del Narco Estado naciente, en el mismo año que Jaramillo y finalmente, Carlos Pizarro, líder del M-19, organización guerrillera que se desmovilizó y llegó a representar una opción política (de la cual Gustavo Petro fue parte).
Los rivales más votados son Sergio Fajardo, sin opción, pero con la misión de restar votos, paisa que representa al status quo, del estamento tradicional económico y político colombiano, y Fico Gutierrez, otro paisa, (entre paisas te veas), quien será el llamado a salvar al Titanic de su destino. No hay duda, Gutierrez será el delfín de Alvaro Uribe Vélez quien dirigirá la campaña desde su hacienda “El Ubérrimo”, para evitar su ocaso político.
Pero qué deber esperar Venezuela del Gustavo Petro que conocí cuando él era Representante a la Cámara por la organización Vía Alterna (una iniciativa de Navarro, Petro y otros militantes del M-19).
Partimos primero de un supuesto que aun no ocurre pero que es un escenario potencialmente probable. De Petro no debemos esperar milagros pero tampoco debemos esperar posiciones como la de Alvaro Uribe Vélez quien ha estado detrás de la conspiración abierta contra Venezuela. No esperemos de Petro una actuación cómo la de Iván Duque, de quien sabemos permitió la “Operación Gedeón” y articula planes para derrocar al Gobierno Bolivariano.
No sabría decir con precisión quirúrgica que tan cerca esta Gustavo Petro de Joe Biden pero estoy seguro que no está alineado con el congresista republicano Marco Rubio quien definió a Petro como un peligro para la democracia. Sobre Colombia hemos escrito bastante, nuestros vecinos en los últimos 30 años se han convertido en el portaviones USS Colombia y han servido como cuña contra los gobiernos alternativos que se han desprendido del tutelaje de Washington. Y en los últimos 20 años la oligarquía colombiana ha sido la principal arma utilizada por los Estados Unidos para contrarrestar el avance de la Revolución Bolivariana en la región. Gustavo Petro seguirá conduciendo al USS Colombia.
Con Petro esperemos seguro el restablecimiento de relaciones diplomáticas, actividades consulares y nuevos embajadores, tanto en Bogotá como en Caracas. Ya Petro lo ha dicho, “Colombia gana si se restablecen las relaciones diplomáticas. Salvamos la frontera. Cúcuta se vuelve boyante”. La ciudadanía, el pueblo de frontera puja en esa dirección sino preguntemos en el Táchira como este factor llevó a Freddy Bernal a ganar una gobernación que lucía segura en manos de la oposición más conservadora y radical de Venezuela.
Políticamente, Petro apostará en la región por sumarse al conclave del Grupo de Puebla, un grupo donde se han alineado presidentes de corte “progresista” (en otro trabajo descifraremos como se come esto del progresismo), con Fernández de Argentina, el reciente electo Presidente de Chile, Gabriel Boric, Luis Arce como miembro fundador y con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza (Aunque con AMLO ya de salida). En el Grupo de Puebla como hay tibios al ser consultados sobre la situación venezolana, hay también un buen porcentaje de amigos de Venezuela que pueden ayudar en la mejora de la relación entre el Gobierno Bolivariano encabezado por Nicolas Maduro y el probable Gobierno de Petro. De este Grupo forma parte Iván Cepeda, una de las piezas claves de la reconstrucción de fuerzas alternativas y de la puesta en marcha del Frente Amplio en Colombia.
Finalmente, y como es mi costumbre, iré contra la corriente: lo mejor que puede pasarle a la Revolución Bolivariana es que gane Gustavo Petro. Hay un proverbio árabe que dice “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Como tal debemos entender la relación con Gustavo Petro. No digo que con Petro el sueño de Bolívar de Colombia Unida está a la vuelta de la esquina ni mucho menos, pero Petro también tiene los mismos enemigos del pasado, la rancia oligarquía colombiana que venera a Santander. ¿Será posible que renazca UNASUR? Es más probable el fortalecimiento de la CELAC. Es en este punto, la integración latinoamericana donde hay que hacer los mayores esfuerzos ante un nuevo orden mundial que se erige bajo la sombra de una guerra nuclear. Una vez desatada esta no habrá a ningún Petro que criticar y la civilización tal como la conocemos será una quimera. Construir un gran bloque que apuntale el multilateralismo es el desafío a emprender.
Hay un pasaje de la Autobiografía de José Antonio Paéz en su segundo tomo, en un capitulo que lleva como título “El Bandido”, donde Paéz expone «Con la mira de inspirarle más confianza salí de Carácas y fui á pasar unos días á la hacienda de Súcuta, situada en uno de los territorios por él asolados. Allí procuré atraerme á los campesinos que bien sabia eran sus compinches, dándoles grandes comilonas de hallaca, que siempre terminaban con el baile llamado Carrizo á que eran aquellos muy aficionados, Tan popular me hice que Cisneros me llego á cobrar afecto según me lo indicaba en algunas de sus cartas; y una de ellas me dio tantas esperanzas de poder catequizar…”.
La hallaca siempre como un factor de unidad en el gentilicio del venezolano, fue la herramienta diplomática del vencedor de “Las Queseras Del Medio” para atraer a Dionisio Ramón del Carmen Cisneros Guevara, el “Último Realista”, quien mantenía azotada a las poblaciones de los Valles del Tuy e impedía el suministro de alimentos hacia Caracas y sentarlo para convencerlo de sumarse a la causa de Paéz. Dionisio terminó siendo compadre de confirmación del Catire Paéz, la cualidad ultramontana de ambos fue un factor de unión entre ambos hombres.
¡Anoten! Petro terminará comiendo hallacas al finalizar este año con Nicolás Maduro como anfitrión.