Para el mundo, 2021, resultó un año complejo debido al avance de la pandemia de la COVID-19. En Cuba, el reto de contener la enfermedad estuvo en manos del sistema de salud pública y el polo científico, especialmente el Grupo de Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba BioCubaFarma, empresa responsable de producir las primeras vacunas contra el SARS-COV-2 en América Latina: Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, además de los candidatos vacunales Mambisa y Soberana 01.
En el balance del año, debatido por miembros de la presidencia y trabajadores, junto al viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo y el jefe del departamento para la Atención Social del Comité Central del PCC, Jorge Luis Broche Lorenzo, se discutieron los resultados de la empresa en 2021 y los retos para el 2022.
El informe presentado por el presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez, destaca que en solo seis meses, el grupo logró fabricar más de 60 millones de dosis contra la COVID-19 destinadas a inmunizar la población. Mientras que el 85 por ciento de los medicamentos para el tratamiento de los pacientes afectados por el coronavirus fueron suministrados por la empresa, con un impacto significativo en la reducción de la gravedad y la letalidad en el país.
Como parte del plan de desarrollo estratégico se avanzó en la actividad comercial y de negocios. En este sentido se logró el récord histórico en las exportaciones a terceros mercados por 240 millones de dólares, en exportaciones con 41 países.
La empresa continuó avanzando en los acuerdos entre el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) con el Instituto Pasteur de Irán relacionados con las vacunas contra Neomococo y la COVID-19, y del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), con la empresa francesa Virbac para la vacuna contra el piojo de mar del salmón.
Se lograron avances en los ensayos clínicos en Estados Unidos de la vacuna terapéutica CimaVax-EGF de la Empresa Mixta Innovative Inmunotherapy Alliance.
BioCubaFarma, además, puso en explotación 5 nuevas plantas y 6 líneas de producción, entre las que destacan el Complejo Industrial Biotecnológico CIGB Mariel, la planta de sales de rehidratación oral de Laboratorios Farmacéuticos Oriente y las fábricas de hisopos y mascarillas sanitarias del Centro de Neurociencias de Cuba.
A pesar de los buenos resultados, el bloqueo económico de Estados Unidos impidió la producción de numerosos medicamentos del cuadro básico por no contar con las materias primas y materiales para su fabricación.
Precisamente, este es uno de los retos de la empresa este año. Eduardo Martínez explicó que la prioridad no solo es contribuir al control de la pandemia y mantener la inmunidad de la población cubana, también aspiran a estabilizar la producción de medicamentos y otros productos para suministrarlos al Sistema Nacional de Salud.
En este sentido llamó a trabajar y a fortalecer el control interno para combatir la venta ilegal de medicamentos, fenómeno generado ante la escasez de medicamentos y el inescrupuloso accionar de varias personas que lucran con la salud del pueblo.
Durante los debates la vicepresidenta primera de BioCubaFarma, Mayda Mauri Pérez manifestó que la pandemia demostró las capacidades que tiene el sector, por lo que llamó a utilizar esa experiencia para, de manera creativa e innovadora, dar respuesta a la producción de medicamentos, que es el compromiso social de la entidad.
Asismismo, se resaltó la labor de las entidades productoras de las vacunas anti-SARS-CoV-2 como el IFV, el Centro de Inmunología Molecular, la Empresa Laboratorios AICA y el Centro Nacional de Biopreparados, además de otras instituciones que participaron en el desarrollo de los inmunógenos y las empresas destacadas en 2021. De ellas, el CIGB resultó la entidad más integral de la empresa en 2021 por su aporte al desarrollo y producción de las vacunas, y los medicamentos para tratar a los pacientes contagiados.
En 2022, BioCubaFarma continuará demostrando que sí es posible generar ganancias y desarrollo en una empresa estatal socialista. Pretende contribuir a la soberanía alimentaria, fortalecer la relación con las universidades y cumplir con los planes vinculados a las exportaciones e ingresos, así como a la investigación, desarrollo e innovación.