Bolivia ya cuenta en la actualidad con la logística por las vías férrea y carretera para la exportación de derivados de la industrialización de litio mediante puertos sobre los océanos Pacífico y Atlántico, afirmó el presidente del directorio de la Ferroviaria Andina, Carlos Gill, en el foro la Logística del Litio.
«Aunque Bolivia poco aparece todavía entre los principales exportadores de derivados del litio, tiene el potencial más importante —reservas de 21 millones de toneladas en el Salar de Uyuni— y tiene una ventaja enorme, que ya tenemos la ventaja logística prácticamente completa», afirmó en su intervención.
Gill, un empresario paraguayo-venezolano con inversiones en las áreas industrial, logística, representaciones comerciales, medios de comunicación y construcción, fue uno de los panelistas que expuso sobre los desafíos logísticos para la industrialización del litio junto a expertos de Argentina y Chile.
Explicó que desde el Salar de Uyuni hasta las instalaciones de Yacimiento de Litio Bolivianos (YLB), empresa estatal encargada de la industrialización, existe una distancia de 20 kilómetros que se cubre con una cinta transportadora, luego el cargamento se embarca en tren hasta puertos de Chile y Perú.
También hizo notar que la vía férrea en la región Andina del país cuenta con 1.834 kilómetros que conectan ciudades bolivianas con puertos del Pacífico y otra vía, en la región Oriental de 1.244 kilómetros, que conectan con puertos sobre el Atlántico vía Brasil.
«La otra ventaja para el litio, que ofrece la ferroviaria boliviana, es el corredor bioceánico, que plantea diversas salidas a puertos mediante el transporte bimodal por tren y camiones», puntualizó.
El empresario dijo que la red ferroviaria puede ser ampliada y conectar con Argentina y Chile, que forman parte del Triángulo del Litio, que son las mayores reservas de litio del mundo.
En la actualidad, Asia es uno de los mercados más importantes para las exportaciones de carbonato y cloruro de litio.