El 20 de diciembre de 1989, utilizando más de 27 mil soldados entre los que estaban las Fuerzas especiales y ex combatientes en Vietnam, parte de la Flota y decenas de helicópteros, probando además nuevos aviones y armas sobre el pequeño país prácticamente indefenso, fue un brutal mensaje para Centroamérica y toda la región.
Las recientemente creadas Fuerzas de Defensa de Panamá (FDP) contaban con sólo unos cuatro mil efectivos, sin fuerza aérea ni ninguna posibilidad de defensa para enfrentar al ejército más grande del mundo, que con sus helicópteros Apache AH-64 y otros y probando los nuevos aviones silenciosos Stealth bombardearon y barrieron las bases militares, el pequeño Cuartel Central instalado en la comunidad más popular de la ciudad: el barrio del Chorrillo.
La utilización de este esquema de invasión contra Panamá con semejante despliegue de fuerzas fue llamado “Operación Causa Justa” empleando argumentos falsos para justificar lo injustificable y serviría además como un “modelo de disuasión” para la Nicaragua sandinista que resistía una guerra terrorista de los mercenarios de la “Contra” manejados por la CIA estadunidense, usando como rampa de ataque a Honduras país ocupado por bases y tropas de Estados Unidos.
Si analizamos la estratégica posición de Panamá, el istmo que une Centroamérica con Sudamérica, donde habían construido el Canal de Panamá y establecido el Comando Sur de Estados Unidos que en un momento llegó a tener 20 bases militares, entre ellas navales y aéreas, con el que controlaban a toda la región, no es difícil entender porqué ese fin de 1989 decidieron invadir este país, para su planes de los años 90.

En febrero de 1989 había comenzado con la primera rebelión anti-neoliberal que fue el Caracazo en Venezuela, donde un pueblo silenciado bajo falsas democracias, se lanzó a las calles para resistir el aumento de las tarifas de transporte, la gota que derramaba el vaso de una realidad: el país del petróleo en la región, tenía el 80 por ciento de su población en la pobreza.
En esos momentos en Estados Unidos “los Thin Tank” (Tanques pensantes) de EE:UU trabajaban los elementos teóricos que sostendrían los llamados “mandamientos del Consenso de Washington” en un trazado que marcaría los años 90, las dictaduras neoliberales, que tantas muertes se cobraron y tanta destrucción, para someter a América Latina y el Caribe, por nuevas vías de acción.
Para invadir a Panamá el presidente George Bush (padre)fue creando las condiciones necesarias. En mi libro “Panamá:Pequeña Hiroshima,” escrito aún bajo la emoción y el dolor de haber sido testigo de esa brutal invasión que dejó entre cuatro y siete mil muertos, se registran ya cómo actuaron las Fundaciones de Estados Unidos, como la National Endowment Foundation (NED en sus siglas en inglés) y conocida como Fundación para el Desarrollo de la Democracia, que tanto daño han hecho en los últimos años en toda América.
La NED fue creada bajo la administración de Ronald Reagan en 1983 y su accionar fue clave para reorganizar la oposición en Nicaragua, y también trabajó en la llamada Cruzada Civilista en Panamá, base de acción para posibilitar la invasión.
La NED estaba destinada a reemplazar a la CIA creando una forma de operar que permitía la comunicación directa y el envío de fondos para el supuesto “desarrollo democrático”. Millones de dólares ingresaron para estas supuestas “oposiciones democráticas”, absolutamente dependientes de Washington probadas muy especialmente en Nicaragua y Panamá.
Por supuesto también la USAID –la muy conocida trágicamente en América Latina como Agencia Internacional para el Desarrollo– también estuvo involucrada, como otras Fundaciones de Estados Unidos preparando el escenario para la invasión.
La campaña mediática conque habían estigmatizado al líder panameño general Omar Torrijos-cuya muerte en un accidente de aviación en su país en mayo de 1981, fue acusada a la CIA estadounidense- quien firmara con el ex presidente James Carter, el Tratado (1977) que pondría fin al Comando Sur y a la presencia de las tropas de Estados Unidos en el Canal, sería clave para la invasión.
El nombre de Torrijos había aparecido junto al del entonces presidente ecuatoriano Jaime Roldós, -fallecido en otro “avionazo” en mayo de ese mismo año- en el Documento de Santa Fe 1, donde se los acusaba como “izquierdistas” y de ser un obstáculo y un “peligro” para la seguridad de Estados Unidos.
Así Washington “limpió” el camino de dos dirigentes importantes para la historia de emancipación de América Latina, como se revela en documentos sobre las acciones de la CIA.
Torrijos fue caracterizado como un “dictador” brutal, “comunista” y el presidente de Estados Unidos James Carter sufrió una dura acción de los republicanos que lo acusaban de haber entregado “su canal” y “su” país, aún cuando el Tratado -firmado el 7 de septiembre de 1977- sufrió modificaciones por duras presiones, que afectaban la soberanía panameña.
Muerto Torrijos y sucedido varios presidentes del torrijista Partido de la Revolución Democrática (PRD), en 1983 Estados Unidos intentó mantener abierta la Escuela de las Américas, de trágica trayectoria para el Continente.
Sin embargo el que fue durante todo el gobierno de Torrijos su jefe de Seguridad, el general Manuel Antonio Noriega, estaba al frente de las Fuerzas armadas panameñas, como sucesor del general Rubén Darío Paredes -el verdadero hombre fuerte de la CIA en las fuerzas armadas de Panamá- se negó en 1983 en forma terminante a la `permanencia de La Escuela de las Américas.
Junto con esto, Noriega fue clave para la conformación de la Iniciativa de paz de Contadora(isla panameña donde se iniciaron las reuniones) que se constituyó con los gobiernos de México, Panamá, Colombia y Venezuela en 1983.
Fue uno de los hechos más importante de aquellos momentos, donde se desarrollaban las guerras de liberación en Guatemala, El Salvador y Honduras, mientras este país había sido convertido en la rampa de ataque de la guerra encubierta de EE.UU contra el sandinismo.
La Iniciativa de Paz de Contadora explicaba el verdadero origen de la violencia en países sometidos a dictaduras militares de largos años, como sucedía en los antes mencionados y además se intentaba detener la guerra terrorista contra Nicaragua.
Se demostraba cuáles eran las graves condiciones de las poblaciones frente a las dictaduras sostenidas por Washington y reconocían como justa la rebelión de los pueblos en esas circunstancias.
Era un fuerte desafío, que Estados Unidos intentó sabotear como iniciativa de paz. que proponía un escenario distinto a sus planes. Fui testigo de todas las reuniones y los intentos estadounidense para impedir que la iniciativa continuara. En un libro escrito junto al periodista uruguayo Rafael Cribari: “La guerra encubierta contra Contadora” publicado en Panamá a fines de 1983 denunciamos todo lo actuado contra esta iniciativa.
Sin recordar estas situaciones no se podría entender la feroz campaña contra el general Noriega, que les había asestado dos fuertes golpes y que cambió el nombre de Guardia Nacional por Fuerzas de Defensa un proyecto del general Omar Torrijos . Esto estaba destinado a ejercer el derecho de que fueran militares panameños los que cuidaran el Canal de Panamá, una vez que se cumpliera la salida del Comando Sur y las tropas de Estados Unidos acantonadas en la Zona, -lo que sucedió a fines de 1999-. Estas Fuerzas de Defensa estaban en formación cuando se produjo la invasión.
Como se explica en el libro, se creó todo el escenario con incidentes falsos para convencer al pueblo de Estados Unidos que era inevitable esta decisión.

Noriega fue acusado de dictador, aunque nunca fue presidente de Panamá. Tres días antes de la invasión, la Asamblea de Representantes lo declaró como Jefe de Gobierno (jefe de gabinete), para acompañar como tal al presidente Francisco Rodríguez quien era Contralor General de la República y ocupó la presidencia en forma provisional.
Había sido nombrado por el Consejo General de Estado, al anularse las elecciones de mayo de 1989, donde la oposición se declaró triunfante, pero había guardado sus actas en la Iglesia en una acción que impedía hacer recuento de votos. Esto sería utilizado por Estados Unidos.
La Cruzada Civilista cumplió el mismo papel que la actual oposición en Venezuela, instalando el caos, con acciones violentas y sugiriendo la necesidad de una invasión estadunidense para “salvar a la democracia”,
De manera que entre las miles de falsedades que se dijeron y se dicen sobre Panamá, muy especialmente en Wilkipedia donde se acumulan una cantidad asombrosa de datos falsos, se menciona a Noriega como un alumno de la Escuela de las Américas, junto a Jorge Rafael Videla y Augusto Pinochert. Es algo asombroso que pueda compararse a Noriega con estos dictadores que dejaron miles de muertos y desaparecidos.
Varios medios de Estados Unidos lo señalaron como agente de la CIA, montando una excusa perfecta, ya que también lo desacreditaban ante la izquierda regional. Sin embargo en una investigación en la revista estadounidense Rolling Stone sobre la situación de Panamá y el escándalo de Irán Gate y el Contra Gate, advertía que la CIA consideraba a Noriega como un “doble agente”. Es decir que en realidad sospechaban que trabajaba más para el gobierno de Torrijos.
De otra manera no se podría entender cómo pasaban por las manos de Noriega por ejemplo las armas que salieron de Panamá para la guerra de liberación sandinista contra el dictador Anastasio Somoza, que llevó al triunfo del Frente Sandinista de Liberación (FSLN) en 1979.
DETRÁS DE LA INVASION
En realidad uno de los motivos de la invasión fue asegurar el control del Canal de Panamá. La ocupación de esta zona y la instalación del Comando Sur, que convertían a todo el país en un asentamiento colonial.
Durante la invasión fueron atacadas comunidades civiles e incluso El Chorrillo de viejas casas de madera que persistían de la construcción del Canal y se quemaron rápidamente. A esa acción le llamaron “Hiroshimita”.
Hasta ahora sólo se pudieron abrir algunas fosas comunes de las tantas que aún no se han podido excavar y donde fueron encontrados cadáveres de civiles y militares panameños con un disparo en la nuca. Muchos cuerpos fueron quemados con lanzallamas por los invasores.
¿Cuáles fueron las represiones de Noriega en el país?. No fue llevado a Estados Unidos por narcotraficante, ni por “dictador” sino porque sabía demasiado de Bush y de lo que sucedía en el Comando Sur y porque se había negado en 1985 a que Panamá fuera una base para la “Contra que actuaba contra Nicaragua, tema que cubrí como corresponsal de prensa en Panamá..
Y vale advertir que haber pasado por la Escuela de las Américas no significó que estrictamente todos se convertían en dictadores. Por la Escuela pasaban los militares que se destacaban como fue el caso de Luis Augusto Turcios Lima y Marco Antonio Yon Sosa militares guatemaltecos que después de pasar por este siniestro lugar, se levantaron en 1960 contra los dictadores, en el primer alzamiento guerrillero en su país, después de la invasión de EE.UU en 1954.
También el general Torrijos y otros militares, que pasaron por esta escuela, luego encabezaron movimientos antimperialistas en sus países. Por supuesto fueron excepciones en el conjunto de siniestros personajes .
Entre las falsedades figura que Noriega ayudaba a la CIA a mandar cocaína para financiar la guerra de la Contra en Nicaragua, y la verdad es que los aviones con drogas salían de las bases del Comando Sur, como se probó en las investigaciones sobre el narco-gate.
Cuando se estudia lo sucedido en el narco-gate se evidencia lo que era la “tarea” de las tropas de EE. UU en Colombia y el papel de Israel en la venta de armas y asesoramiento de los paramilitares colombianos.
Guillermo Endara, el presidente que juró el 20 de diciembre de 1989 en una base militar de Estados Unidos, mientras el pueblo panameño era víctima de la invasión, tenía sí largas relaciones con la CIA y fue abogado de la Chola Corporation en Chile, una empresa que servía a las necesidades de la dictadura de Pinochet. [2]
CONSECUENCIAS
“El interés estadounidense en Panamá siempre se ha enfocado en un punto: la importancia estratégica del Canal. Ha sido crucial para sus operaciones globales, como la penetración capitalista de Latinoamérica y Asia, y su capacidad de desplazar fuerzas militares agresivamente por todas partes del mundo”,[1]
También evalúa el artículo que “a través de la invasión, Estados Unidos intensificó su dominación en Panamá y en toda Latinoamérica. Era una de las primeras maniobras de EE;UU para imponerse como la única superpotencia (tras el colapso de la Unión Soviética). Al año siguiente, lanzaría la primera guerra del golfo Pérsico, (1990-1991) sostiene el mismo artículo al referirse a la operación “Tormenta del Desierto” contra Irak, que dejó miles de muertos, y adelantaba lo que sería la invasión de 2003 para ocupar ese país.
Este artículo que expresa una opinión de investigadores estadounidenses menciona que “La invasión de Panamá fue una guerra yanqui vergonzosa y mentirosa” refiriéndose al hecho de que las tropas norteamericanas no hicieron el menor intento por limitarse a blancos militares
El elevado número de hogares y edificaciones afectadas por la invasión demuestra que no hicieron el mínimo intento por evitar evitando daños a las vidas y bienes de la población civil panameña. .

“La invasión tuvo objetivos políticos encubiertos. Los militares norteamericanos seguían la táctica del general Colin Powell, jefe del Estado Mayor en Washington, de hacer el máximo uso de fuerza para abrumar al enemigo. En el caso de Panamá, la táctica era innecesaria y, además, cruel ya que las Fuerzas de Defensa no contaban con defensas aéreas ni tropas de combate” escribió-Marco A. Gandásegui, hijo (profesor de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA, 20.-12-2007)
La destrucción y el saqueo que desmanteló los comercios de todo tipo, a lo que se agregó la pérdida de viviendas para miles de familia en las ciudades de Panamá y Colón, aumentaron la tragedia También Estados Unidos hizo una guerra encubierta para destruir a la Iniciativa de Contadora (Panamá, México, Colombia y Venezuela) de 1983, que luego derivó en la de Esquipulas, para tratar de reducir los valiosos elementos que apuntaban a terminar con las verdaderas e injustas causas que originaron los conflictos en Centroamérica.
“En círculos estrechos, tanto de Panamá como de EEUU, se tejen mitos en torno a las razones por las cuales la potencia militar más grande del mundo se lanzó contra Panamá. El mito más repetido se refiere a la persona del general Noriega que se enemistó con EEUU después de décadas de encontrarse supuestamente en las planillas de la CIA., que nunca vio nadie. El parecido con Iraq es demasiado obvio. La misma película con los mismos actores en otro escenario.
Otro mito que circula entre los amigos de la CIA es que Panamá le declaró la guerra a EEUU (¿?). Otro cuento es que el entonces presidente Bush (padre) se acogió a un supuesto tratado para justificar el ataque. Por último, hay quienes alegan que la ONU aprobó la invasión. Hay que desmontar cada una de estos mitos:
- La supuesta declaración de guerra por parte de la Asamblea de Representantes el 15 de diciembre de 1989 ha sido utilizado como excusa para “legitimar” la invasión militar norteamericana. Este planteamiento es ridículo tanto desde el punto de vista jurídico como histórico.
- George Bush (padre) no se acogió a tratado alguno para invadir militarmente a Panamá. En su declaración pública del 20 de diciembre señaló cuatro razones. La primera fue proteger vidas norteamericanas (que no se encontraban en peligro). Segundo dijo que había que proteger el Canal. Tercero, para defender la democracia. Cuarto, para arrestar a Noriega, acusado de narcotraficante. En momento alguno mencionó tratado o ley alguna.
- El 23 de diciembre el Consejo de Seguridad de la ONU, formado por 15 países, acogió la propuesta de Yugoslavia condenando la invasión militar de EEUU contra Panamá. Sólo EEUU, Gran Bretaña y Francia se opusieron. Sin embargo, los tres derrotaron la propuesta con su poder de veto. El voto fue de 12 a 3 a favor de la dignidad de Panamá denunciando la invasión. La razón de la invasión sólo la podemos encontrar estudiando las contradicciones internas de la política norteamericana, las debilidades de un presidente inseguro, acosado por la oposición e incapaz de levantar un programa de gobierno coherente.
¿CAMBIO DEMOCRÁTICO?
20 años después de la invasión a Panamá, y después de una sucesión de gobiernos de la derecha (y del Partido Revolucionario Democrático) asumió el gobierno Ricardo Martinelli quien firmaría un acuerdo con Estados Unidos para construir en Panamá entre 4 y 9 bases militares a lo largo del Atlántico y del Pacífico. Lo cual determinaría una recolonización encubierta del país istmeño. Esto no sólo colocó a Panamá como un país ocupado, sino se integra a toda la red de bases del Plan Merida y del Plan Colombia.
Ricardo Martinelli, un empresario millonario mediante negocios oscuros, sería el presidente ideal para los nuevos proyectos de Washington hacia la región. Cuando anunciaba su programa de Gobierno, había dicho que no firmaría ningún tratado con Estados Unidos, ni militar ni comercial.
Pero a sólo tres meses de su llegada al gobierno en 2009, anunció: “Iniciaremos conversaciones para traer de vuelta a Panamá la presencia del mecanimos FOL (Forwar Operating Location) para combatir el narcotráfico y el terrorismo entre otros. Martinelli tenía la intención de colaborar con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, la guerrilla y el narcotráfico, sostiene el analista internacional , ex asesor de política exterior y escritor Julio Yao Villallaz quien preguntaba en 2009 a la embajada de Estados Unidos:
1. ¿Tiene EE.UU. el derecho de ingresar libremente al espacio terrestre, aéreo, lacustre y marítimo de Panamá?
- ¿Tiene EE.UU. el derecho de perseguir, capturar y/o destruir naves o aeronaves dentro del territorio nacional, incluyendo el derecho de conducir a tripulantes detenidos directamente a territorio de EE.UU. y a quedarse con la carga incautada, sin ingresarlos al nuestro ni requerir autorización de Panamá?
- ¿Tiene EE.UU. el derecho de abordar naves de bandera panameña en alta mar sin aprobación de Panamá?
- ¿Tiene EE.UU. derechos extraterritoriales e inmunidad frente a la jurisdicción panameña?
- ¿Tiene EE.UU. derechos, privilegios, exoneraciones y otras potestades superiores a las reconocidas a diplomáticos extranjeros?
- ¿Tiene EE.UU. el derecho de no someter a sus funcionarios civiles y militares acusados de crímenes de guerra a nuestros tribunales, y de evitar que Panamá los someta a terceros Estados o al Tribunal Penal Internacional?
- ¿Tiene EE.UU. el derecho de aplicar el Arreglo Complementario 2002, (Tratado Salas-Becker) para obtener acceso a las bases aeronavales que se construirán en ambos océanos?
- ¿Tiene EE.UU. la potestad legal de ingresar y mantener fuerzas armadas en Panamá conforme al Tratado de Neutralidad?
- ¿Cuál acuerdo con Panamá autoriza las Maniobras Panamax que se llevan a cabo aquí, cada año, desde 2003?”
Y continúa :
“Derechos de EE.UU. en Colombia
El presidente Álvaro Uribe ha dicho que las bases militares que él pactó con EE.UU. el 30 de octubre de 2009, serán usadas ‘solamente dentro de territorio colombiano’. Sin embargo, un documento de la Fuerza Aérea de EE.UU. entregado al Senado de ese país dispone otra cosa:
- Que la base militar de Palanquero ‘garantiza la oportunidad para conducir operaciones de espectro completo por toda América del Sur’ (fuerzas de Tierra, Mar y Aire de EE.UU.);
- Que las bases militares servirán para combatir ‘la amenaza constante de los Gobiernos antiestadounidenses’ (Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil);
- Que el acuerdo del 30 de octubre permite ‘el acceso y uso de las demás instalaciones y ubicaciones’ por todo el territorio colombiano, sin restricciones, incluyendo el uso de aeropuertos comerciales;
- Que EE.UU. invertirá unos 46 millones de dólares para acondicionar la pista aérea, las rampas y otras instalaciones y convertirlas en una Localidad de Cooperación en Seguridad (CSL), desde la cual atender las amenazas de Gobiernos antiestadounidenses;
- Que ‘el acceso a Colombia profundizará la relación estratégica con EE.UU. La fuerte relación de cooperación en seguridad también ofrece una oportunidad para conducir operaciones de espectro completo por toda Sudamérica’. La base de Palanquero ‘ayuda con la misión de movilidad porque garantiza el acceso a todo el continente de Sudamérica con la excepción del cabo de Hornos’.
La invasión y sus consecuencias tan evidentes ahora configuraron la más grande traición al pueblo que tanto luchó por liberarse del colonialismo del siglo XX.
Las bases militares convertirían al territorio de Panamá entero en una zona colonial, y significan una virtual anexión como la de Colombia, y la continuidad de una ocupación que comienza a extenderse cada vez más, desde que el Plan Mérida impuesto en México (2006), convirtió al Río Bravo en el comienzo del nuevo trazado del proyecto geoestratégico de recolonización que es el Plan Colombia.
Las cuatro grandes bases aeronavales norteamericanas en territorio panameño (de las nueve de otros tipo que finalmente se acordaron) se suman a las siete bases en Colombia, al trazado del Plan Puebla Panamá, para lo cual el gobierno estadounidense produjo un golpe de Estado en Honduras (Junio de 2009), para proteger a sus bases y estructuras militares en ese país, que no se concentra sólo en Soto Cano, Palmerola, sino en otras bases y establecimientos..
La primera base “aeronaval” se ubicará en la Isla Chapera, en el Archipiélago de las Perlas, cerca de la Isla Contadora ( utilizada para concertar la paz en la región en la década de 1980). La segunda base en Rambala, en la provincia de Bocas del Toro, área que se promovía para el turismo internacional. La tercera en Punta Coco, provincia de Veraguas y la cuarta -y última- en Bahía Piña, provincia de Darién, a pocos kilómetros de la frontera con Colombia..Esto indica la gravedad del avance de Estados Unidos sobre América Latina, en los diseños de Seguridad Hemisférica del Siglo XXI que se constituyen en la más grande amenaza de las últimas décadas. El entramado de bases, como la serie que están plantadas en varios países de América Latina, infraestructuras militares como las que existen en Paraguay, que pueden ser rápidamente ocupadas por tropas de invasión, dan la pauta de la política de cercos que se intenta imponer sobre países cuyos gobiernos fueron elegidos por abrumadoras mayorías populares, que tienen el derecho a recuperar su independencia real en el siglo XXI.
No fue bajo un gobierno republicano, ligado con todas las mafias del poder mundial, autor de los primeros genocidios en el siglo XXI, en Afganistán e Iraq, como el de George W.Bush, en el que se impusieron estos acuerdos que destruyen todo principio soberano e imponen a los pueblos por la fuerza, una presencia imperial-colonial justamente cuando se conmemora el bicentenario de la independencia de América Latina del colonialismo español, la que fue castrada de raíz por el expansionismo imperial de Estados Unidos.
Panamá forma parte del Plan Mérida que promueve el Gobierno de Estados Unidos para combatir el tráfico de drogas y que ha dejado más de 150 mil muertos y alrededor de 40 mil desaparecidos en México, situación que hasta ahora continúa. Todos saben que el narcotráfico no se combate con acciones militares que han acabado con poblaciones mexicanas y que han convertido a México en un país ocupado por sus fuerzas militares bajo control de Estados Unidos.
Pero no sólo era la ocupación militar de Panamá sino el papel que debería cumplir Martinelli contra Cuba y otros países de la región. El 30 de abril de 2010 Martinelli “comunicó al gobierno cubano su decisión de cesar la actividad de la Brigada Médica Cubana en ese país”que realizó casi cincuenta mil operaciones a ciudadanos panameños, de manera totalmente gratuita y sin erogaciones para el estado panameño, después de haberlo solicitado el mismo presidente el 1 de julio de 2009 (antes de los acuerdos). Asimismo pidió ayuda en materia deportiva lo que también se canceló, como lo señala Percy Alvarado Godoy investigador cubano.
Notas:
1 http://revcom.us Cartas: Box 3486, Merchandise Mart, Chicago)
2 (citado en el libro Operación Cóndor, pacto criminal” México 2001. Cuba 2006).