Hoy se cumplen un nuevo aniversario del discurso de Simón Bolívar en la Sociedad Patriótica. Esa noche del 3 de julio de 1811, el joven Simón se expresó con vehemencia, buscando definiciones sobre la declaración de la independencia.
“No es que hay dos Congresos. ¿Cómo fomentarán el cisma los que más conocen la necesidad de la unión? Lo que queremos es que esa unión sea efectiva y para animar-nos a la gloriosa empresa de nuestra libertad; unirnos para reposar, y para dormir en los brazos de la apatía, ayer fue una mengua, hoy es una traición. Se discute en el Congre-so Nacional lo que debiera estar decidido. ¿Y qué dicen? Que debemos comenzar por una declaración, como si todos no estuviésemos confederados contra la tiranía extran-jera. Que debemos atender a los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse en calma! Trescientos años de calma, ¿no bastan? La Jun-ta Patriótica respeta, como debe, al Congreso de la nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad sudamericana; vacilar es perdernos. Pro-pongo que una comisión del seno de este cuerpo lleve al soberano Congreso estos sentimientos”.
Bolívar no dudó. Ante las amenazas y la incertidumbre era necesario tomar la ofensiva.
Los mantuanos vacilaban, la Sociedad Patriótica –organización fundada por Miranda–, que ya incluía a sectores populares de la ciudad, tomó la decisión de acelerar el proceso revolucionario, presionando al Congreso. Los pardos apoyaron y los jóvenes jacobinos también. La independencia se declaró y algunos juraron morir por la patria, otros hicieron cálculos más egoístas…
El discurso de Bolívar fue la acumulación histórica de 300 años de lucha y resistencia, la idea se encontraba con el tiempo, y de allí en más todo sería distinto. Los revolucionarios de Venezuela comenzarían una larga y cruenta guerra, con victorias y derrotas, con avances y retrocesos.
En este nuevo aniversario del histórico discurso, seguimos en la misma lucha, por la independencia definitiva de la Patria, a la ofensiva y enarbolando las banderas del socialismo. “Vacilar es perdernos”.