José María Melo nació el 9 de octubre de 1800 en Chaparral, Tolima. De origen indígena pijao, a los 19 años ingresó en el Ejército Libertador. Tuvo el privilegio de participar en las más emblemáticas batallas de la independencia. A las órdenes de Bolívar y Sucre se lo vio pelear en Bomboná, Pichincha, Junín y Ayacucho.
Ante el desgarramiento de la Gran Colombia y fiel a los ideales bolivarianos, estuvo al lado de Rafael Urdaneta contra los traidores Páez y Santander. Sufrió, como consecuencia de esto, la persecución y el destierro.
En 1836 Melo se fue a estudiar a Europa, en la Academia Militar de Sajonia. Allí aprovechó la estadía para interiorizarse de las ideas socialistas imperaban en diferentes sectores del movimientos obrero y de las clases medias bajas. Se familiarizó con el pensamiento de Fourier, Saint-Simon y también con el Cartismo.
En 1841 regresó a Colombia. Inmediatamente participó en la creación de las Sociedades Democráticas, organización de artesanos e intelectuales que abrazaban las ideas revolucionarias. Los utópicos, Luis Blanc, Proudhon y la Biblia influenciaron en la conciencia esta naciente organización popular. Así, con Melo, el pensamiento socialista en formación, se unía al patriotismo nuestramericano heredado del mismo Libertador.
Entre las fuerzas liberales había dos tendencias, aquella de la oligarquía y la de las Sociedades Democráticas; la primera no dudó en unirse con los conservadores para evitar la radicalización de la tendencia popular y anticolonialista. Melo fue llevado a la presidencia precisamente por el ala radical, los artesanos socialistas y nacionalistas.
Su gobierno solo duró unos pocos meses. La oligarquía tanto liberal como conservadora derrocó por la fuerza a Melo y obligó a los revolucionarios a sufrir el destierro. Más de 200 partidarios del ala revolucionaria fueron expulsados, confiscados sus bienes y enviados a pie a Panamá. Pocos sobrevivieron, siendo el general Melo uno de esos pocos.
Pero pese a estas adversidades, Melo no renunció a la lucha y se dice que se sumó a defender el territorio centroamericano contra la invasión estadounidense del esclavista William Walker.
Derrotados los imperialistas, Melo pasó a El Salvador, y de allí a México. A las órdenes de Benito Juárez combatió contra la oligarquía opuesta a la Reforma. En esas circunstancias la contrarrevolución lo apresó y sin ninguna contemplación lo fusiló. Fue el 1 de junio de 1860. El cuerpo del indio Melo, bolivariano, revolucionario, socialista y antiimperialista, fue rescatado y enterrado por sus hermanos de raza, los indios tojolabales del Estado de Chiapas.
José María Melo fue un verdadero precursor del socialismo bolivariano.