El hambre y la miseria llevaron al padre de Guillermo a buscar refugio en Estados Unidos. Su madre ya había sido enterrada en su natal Irlanda y, al poco tiempo de llegar a América su padre muere. Apenas adolescente se lo vio deambular por los puertos con el estómago vacío, hasta que logró embarcarse como grumete en un buque mercante.
Su escuela fueron los barcos, sus maestros los marinos. Trece años de vida de mar fueron suficientes para adquirir todos los conocimientos que son necesarios para capitanear un buque, sea para el comercio o para la guerra.
En 1809 llegó al Río de la Plata, intentando rehacer su vida como comerciante. Pero el estallido de la Revolución lo encontró entre sus más fervientes adherentes. En Montevideo, primero, y luego en Buenos Aires, Brown se comprometió activamente con la Revolución.
En 1814, como teniente coronel y jefe de la improvisada flota patriota, derrotó a los españoles en las batallas de Martín García y El Buceo, produciendo así la rendición de los colonialistas que hacía cuatro años se habían fortificado en Montevideo.
Inmediatamente después, partió con una pequeña flota a aguas del Pacífico, donde acosó a las fuerzas colonialistas atacando su comercio y su línea de aprovisionamiento. Las costas de Chile, el puerto de El Callao y Guayaquil fueron escenarios de combates navales donde Brown descolló por su arrojo e intrepidez.
Combatió en las batallas navales de Los Pozos, Quilmes y Juncal, triunfos de las fuerzas patriotas contra el imperio esclavista de Brasil, aliado de Inglaterra. Ya casi anciano, Brown volvió nuevamente a combatir contra el bloqueo inglés, derrotando a la flota oriental de Fructuoso Rivera, jefe conservador y traidor a la causa artiguista.
Pobre y recluido, el Almirante Brown murió el 3 de marzo de 1857. Ante la afirmación de un visitante, que señaló lo ingrato que eran las Repúblicas con aquellos que habían sido sus forjadores, el Almirante contestó: «no me pesa haber sido útil a la patria de mis hijos; considero superfluos los honores y las riquezas cuando bastan seis pies de tierra para descansar de tantas fatigas y dolores».
Nota:
El grupo irlandés The Wolfe Tones compuso un tema en homenaje al gran luchador irlandés-argentino titulado “Admiral Brown”. Los invito a escuchar.