En agosto de 1817 se da una de las batallas más importantes de la guerra por la unidad e independencia del Siglo XIX.
Los manuales de historia no le atribuyen una gran importancia a la Batalla de Cabrián, probablemente porque esa historia –la oficial–, entre otros defectos, tiende a aislar los hechos militares de los temas económicos, sociales y geopolíticos.
Fue en la ensenada de Punta Cabrián, ubicada en el actual estado Delta Amacuro. La batalla duró varios días y tanto se combatió por tierra como por agua.
A mitad de julio la ofensiva patriota acumulaba triunfo y avances contra las fuerzas realistas acantonadas tanto en Angostura como en Guayana la Vieja. Por tierra Bermúdez comandaba las tropas que sitiaban Angostura y Bolívar las que sitiaban a Guayana la Vieja. Por otra parte la flota sutil revolucionaria, al mando de Rafael Rodríguez había liberado el oeste del Orinoco impidiendo la comunicación de los realistas con San Fernando; y por el este, por el Delta se aproximada la flora del Almirante Brión que había partido de Margarita.
Sin poder sostener las posiciones, los colonialistas organizaron su desesperado retiro con rumbo a la isla de Grenada.
Tanto en tierra como en agua los republicanos aplastaron a los españoles, acabando con 14 de los 30 navíos realistas que conformaban su flota y capturando casi 2 mil soldados. Brión estuvo al mando de la flota patriota y Bolívar conduciendo las fuerzas terrestres. Las naves que pudieron huir habían sufrido mucho en el combate y pasaron la barrera patriota pero sufriendo grande daños y pérdidas.
Lo cierto es que el 4 de agosto culminó este enfrentamiento entre las tropas revolucionarias y las fuerzas colonialistas, con resultado favorable a las primeras.
Dos días después de la batalla, Bolívar le escribía al Marqués del Toro: «Esta provincia es un punto capital, muy propio para ser defendido y más aún para ofender. Tomamos la espalda al enemigo desde aquí hasta Santa Fe y poseemos un inmenso territorio en una y otra ribera del Orinoco, Apure, Meta y Arauca. Además, poseemos ganados y caballos, y como en el día la lucha se reduce a mantener el territorio y a prolongar la campaña, el que más logre esta ventaja será el vencedor».
Unos meses antes el general Piar había batido a los enemigos en la Batalla de San Félix, pero si bien este hecho era de gran relieve, no alcanzaba para dominar la región que sería estratégica para emprender las campañas victoriosas que expulsarían a los colonialistas de Colombia y Venezuela.
La base logística fue así conquistada, Guayana y Angostura, la navegación del Orinoco y toda la rica región adyacente estaba en manos patriotas. Era la antesala al triunfo definitivo. El estratega aparecía una vez más con todo su brillo, la estrella de Bolívar llegaría victoriosa hasta el Bogotá.