El 22 de agosto de 1972, en el Base Aeronaval Almirante Zar, a siete kilómetros de la ciudad de Trelew, fueron fusilados alevosamente 19 combatientes de diferentes tendencias de la izquierda patriótica y revolucionaria argentina. Tres de ellos sobrevivieron y pudieron contar la masacre, aunque desgraciadamente, la dictadura oligárquica militar que se instauró en 1976 asesinó a uno de ellos y a los otros dos los hizo desaparecer.
El 15 de agosto, siete días antes de la masacre, se produjo un intento masivo de fuga del Penal de Rawson. Cerca de 220 presos políticos, en su mayoría guerrilleros pertenecientes al Ejército Revolucionario del Pueblos (ERP), Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y Montoneros, estaban confinados en ese establecimiento de máxima seguridad.
La fuga se había planificado para unos 100 prisioneros, pero por diferentes problemas solo pudieron escapar seis dirigentes, que lograron llegar hasta el aeropuerto de Trelew y desde allí secuestrar un avión que los dirigió a Chile (Allende estaba en la presidencia). El plan consistía en tomar el penal y divididos en grupos trasladarse hasta el aeropuerto para desde allí secuestrar un avión y llegar al país trasandino –el destino final era Cuba–. Los camiones que los iban a esperar en las afueras del penal no se coordinaron y el primer grupo tuvo que acelerar el operativo antes de que las fuerzas de seguridad comenzaran la represión. Cuando llegó al aeropuerto el segundo grupo, con 19 militantes que se enteraron que el grupo de los primeros seis ya había partido con el único avión que había llegado, decidieron entregarse, convocando a periodistas, abogados y políticos a fin de evitar que fueran ejecutados por los militares.
Este grupo de 19 combatientes fue trasladado a la Base Aeronaval Almirante Zar. El presidente era Agustín Alejandro Lanusse y la noche del 21 de agosto hubo una reunión en la Casa Rosada a la cual participaron los miembros de la Junta de Comandantes y ministros. La reunión terminó sin ninguna notificación a los periodistas que esperaban las novedades.
A las 3:30 de la madrugada los prisioneros fueron sacados de sus celdas, los hicieron formar en dos filas y fueron ametrallados. Solo tres sobrevivieron, quienes fueron llevados al hospital militar. A éstos militantes los dejaron con vida porque era muy alevoso que, aduciendo un enfrentamiento, todos hubieran resultados muertos.
La dictadura militar oligárquica se venía desmoronando. Las movilizaciones populares tras el Cordobazo se incrementaron en todo el país. La alianza plebeya entre el proletariado y las clases medias se consolidaba cada vez más en el fragor de la lucha popular. Los grupos armados, tanto de la izquierda peronista como la no peronista, habían intensificado su accionar. Lo cierto era que el alza de masas había hecho retroceder a la oligarquía que gobernaba el país desde el derrocamiento de Perón en 1955.
La Patria se había puesto de pie, y miles de jóvenes, estudiantes y trabajadores enarbolando las consignas de “Abajo la Dictadura”, “Patria Sí, Colonia No”, “Socialismo Nacional”, “Perón Vuelve” o “La Patria Socialista”, debatían el camino a seguir en el cauce de una política de liberación nacional. Perón seguía siendo el centro de la política argentina, y en él se depositaban las expectativas de un nuevo gobierno de signo nacional y popular. Ni bien se conoció el hecho, Perón lo condenó calificándolo de asesinato.
Desde aquellos turbulentos años 70, mucha agua ha corrido bajo el puente. Pero eso no quita reconocer que, más allá de las coincidencias o discrepancias con ERP, FAR y Montoneros, esos 16 jóvenes fueron patriotas y revolucionarios dignos de ser recordados, homenajeados e incorporados al panteón de mártires en la lucha por la liberación nacional y el socialismo.
Sus nombres son:
Alejandro Ulla (PRT-ERP)
Alfredo Kohan (FAR)
Ana María Villarreal de Santucho (PRT-ERP)
Carlos Alberto del Rey (PRT-ERP)
Carlos Astudillo (FAR)
Clarisa Lea Place (PRT-ERP)
Eduardo Capello (PRT-ERP)
Humberto Suárez (PRT-ERP)
Humberto Toschi (PRT-ERP)
José Ricardo Mena (PRT-ERP)
María Angélica Sabelli (FAR)
Mariano Pujadas (Montoneros)
Mario Emilio Delfino (PRT-ERP)
Miguel Ángel Polti (PRT-ERP)
Rubén Pedro Bonnet (PRT-ERP)
Susana Lesgart (Montoneros)
Quienes sobrevivieron:
Alberto Miguel Camps (FAR – muerto en 1977)
María Antonia Berger (FAR – desaparecida en 1979)
Ricardo René Haidar (Montoneros – desaparecido en 1982)
Este es nuestro humilde homenaje.
Nota:
TRELEW (Requiem)
Por Huerque Mapu