Nació en 1781 en Caracas. Estudió en el Seminario y Universidad de Santa Rosa y recibió el grado de Bachiller en Artes, estudios que le dieron un excelente dominio del latín y del castellano. De manera independiente aprendió inglés y francés. En aquella época fue maestro del niño Simón Bolívar.
En 1810, junto con Bolívar y López Méndez, viajó a Londres en misión política encargada por la Junta de Gobierno revolucionaria. En esa ciudad se encontró con Francisco de Miranda, quien le permitió el uso de su importante biblioteca. Amplió sus estudios en la Biblioteca del Museo Británico y dirigió las revistas Biblioteca Americana y El Repertorio Americano.
En 1829 viajó a Chile donde se instaló definitivamente. Allí ocupó altos cargos en diversos ministerios, una senaduría y el rectorado de la universidad santiaguina. Redactó el Código Civil de ese país.
Bello hizo énfasis en sus escritos en la necesidad de conocer la historia y cultura de nuestros países y analizarlas alrededor de su propia realidad, nutriéndose de las fuentes auténticas del pensamiento americano. Dirigiéndose a la juventud chilena, Bello expresó la siguiente idea: “¡Jóvenes chilenos!, aprended a juzgar por vosotros mismos; aspirad a la independencia del pensamiento. Bebed en las fuentes: a lo menos en los raudales más cercanos a ellas”. En otra oportunidad señaló: “Debemos aprender, sí, las lecciones de la ciencia europea, más no para repetirlas servilmente, sino para discutirlas, ilustrarlas con aplicaciones locales y darles una estampa de nacionalidad”.
Bello fue un ferviente defensor de la necesidad de luchar por la unidad de nuestros países. Sobre ese aspecto señaló: “Las varias secciones de la América han estado hasta ahora demasiado separadas entre sí; sus intereses comunes las convidan a asociarse, y nada de lo que puede contribuir a este gran fin desmerece la consideración de los gobiernos, de los hombres de estado y de los amigos de la humanidad”.
Asimismo nos advirtió sobre los peligros existentes por la falta de unión y las rencillas internas: “La primera intervención de una gran potencia marítima en las querellas recíprocas o domésticas de nuestros nuevos estados debe ser a los ojos de todo buen americano un agüero funesto; un preludio de males y calamidades para muchas generaciones”.
El ideario de Andrés Bello nos señala su preocupación por delinear un nacionalismo cultural, en la búsqueda de la identidad propia, la originalidad y la autenticidad de nuestra cultura frente a la cultura universal. Con razón algunos lo llamaron el “Libertador intelectual del Nuevo Continente”, tal vez en respuesta a quienes desde Europa sostenían la inferioridad de nuestros pueblos.
El 15 de octubre de 1865 falleció en Santiago de Chile.