Nació en La Guaira, promediando el Siglo XVIII. Fue educado en las milicias de su pueblo natal, donde su padre era comandante de la plaza, llegando al grado de capitán.
Todo tipo de mercancías llegaban al puerto de la Guaira, pero a Manuel Gual sólo le interesaba una: los libros que venían en secreto desde la Europa revolucionaria. Es así que el capitán leerá y estudiará los textos de D’alembert, Rousseau, Montesquieu, Locke, Voltaire y otros exponentes del pensamiento liberal republicano. La idea de derrocar a los representantes de la monarquía española e instalar una República independiente fue madurando y fortaleciendo el espíritu de Gual.
Junto a otros camaradas, hastiados del poder español, Manuel Gual comenzó a planificar una conspiración sostenida en los principios republicanos y en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. La libertad de los esclavos se instaló también como una de las principales banderas de lucha. A sus amigos revolucionarios, entre otros José María España, pronto se le sumó el mallorquín Juan Bautista Picornell, hombre experimentado en conspiraciones.
Manuel Gual fue nombrado por los conjurados con el título de Comandante en Jefe del Ejercito Revolucionario del Pueblo Americano, y fue el encargado de elaborar el plan de acción para derrocar a las autoridades españolas. Descubiertos estos planes por la delación de uno de los miembros de la sociedad secreta, los colonialistas actuaron con premura, desatándose una implacable persecución contra todos los implicados en la conspiración. De los acusados unos fueron condenados a prisión, otros deportados, y un grupo sentenciado a la horca.
Luego de huir hacia las islas del Caribe, Gual intentó armar un ejército de liberación a fin de invadir Venezuela e independizarla. Para esto intercambió correspondencia con Miranda, a quien le confesó sus intenciones. Mientras tanto los españoles pusieron precio a la cabeza de cada uno de los conjurados. José María España regresó a La Guaira a continuar la lucha. Intentó levantar a los esclavos de Nayguatá, pero fue apresado y ahorcado.
Las órdenes del Capitán General fueron claras: los revolucionarios deberían ser exterminados. Es así que Manuel Gual, patriota, republicano y revolucionario, murió envenenado por un esbirro de los colonialistas en Trinidad, el 25 de octubre de 1800. La conspiración había sido detenida, pero la lucha por la igualdad y la independencia recién comenzaba.
En homenaje al revolucionario Manuel Gual y sus compañeros:
La Carmañola Americana
https://www.youtube.com/watch?v=zmg3H0La_Qs&ab_channel=Cattleya
Canción Americana
Por Syntagma Ensemble