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21/03/22
Regiones: Haití
29/03/1818 | Alejandro Petión
Por Fernando Bossi Rojas

Recién comenzaba el año 1816. Apenas un día antes, y en medio de incertidumbres y divisiones, los haitianos habían celebrado los 12 años de la declaración de su independencia. Era el 2 de enero y en la ciudad de Puerto Príncipe, Alejandro Petión recibía a un oficial venezolano aparentemente derrotado.

Petión y Bolívar conversaron largamente y confraternizaron como miembros de una misma causa. De esta reunión salieron más que meras declaraciones. Los republicanos haitianos ponían a disposición de los republicanos venezolanos más de 6.000 fusiles con sus respectivas bayonetas, municiones, plomo, víveres, una imprenta completa, el flete de algunas goletas y una importante suma de dinero. Bolívar, como contrapartida, se comprometía a acceder a la solicitud de Petión: abolir la esclavitud en todos los territorios liberados.

Dos veces tuvo El Libertador que recurrir a Petión en busca de ayuda. Dos veces respondió el haitiano afirmativamente. Toda su vida Bolívar agradeció el gesto de Petión, calificándolo de “magnánimo” y “primer bienhechor de la tierra, a quién un día la América proclamará su Libertador”.

Pero ya antes que Bolívar lo caracterizara de tal forma, el pueblo haitiano lo llamaba “Papa bon coeur» (padre de buen corazón). Y es que Petión había llevado adelante una reforma agraria por la cual se entregó tierras para su cultivo a los ex esclavos ahora ciudadanos. Lamentablemente, apenas 2 años después de la reunión con Bolívar, el 29 de marzo de 1818, Petión murió de fiebre amarilla. De allí en más, la revolución haitiana seguiría un curso tan dramático como el de los doscientos años posteriores.

Bolívar, al enterarse de la muerte de su benefactor, escribió: «Mi veneración y la de todos mis compatriotas será inmortal como el nombre de Petión». Bolívar cumplió con su nuevo maestro. Y de allí marchó victorioso hasta el Potosí, fundiendo el programa independentista con el de justicia social.

Petión comprendió claramente que la independencia sin redención social es sólo un decreto, un formalismo. Bolívar lo entendió e intentó llevarlo a la práctica hasta que sus fuerzas menguaron por la acción de los colonialistas y explotadores.

Si Bolívar es grande, en parte es gracias a Petión. Los revolucionarios de Nuestra América nunca tendremos que olvidarnos de las lecciones que nos legaron ambos Libertadores.

Fuente:
Portalalba

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