El 1 de noviembre de 1920 daba comienzo en la Patagonia argentina la huelga general.
Los trabajadores de la lana, nucleados en la Sociedad Obrera de Río Gallegos exigían a la Sociedad Rural el cumplimiento de un pliego de reivindicaciones que incluía, entre otras cosas, no trabajar los sábados, raciones de velas para alumbrarse, aumento salarial, no alojar a más de cuatro personas en piezas de 4 x 4 metros y el reconocimiento de la Sociedad de trabajadores como única representante de los obreros.
La Sociedad Obrera era conducida por el “gallego” Soto, un joven anarquista español que lideraba el movimiento regional, y que con su prédica revolucionaria logró que los ferroviarios, los trabajadores de los frigoríficos, los choferes, los peones de estancias, los mecánicos y otros gremios se adhieran a la huelga.
La Sociedad Rural, en manos mayoritarias de terratenientes ingleses, cedió ante la presión de los huelguistas. Los obreros celebraron el triunfo y consolidando su organización.
Pero los estancieros, comerciantes e industriales desconocieron de hecho el pliego de reivindicaciones acordado. La primera aceptación de las condiciones fue una mera artimaña para ganar tiempo. La huelga se reinició pero esta vez con mayor intensidad. Los obreros asaltaron estancias y tomaron a sus dueños de rehenes, se confiscaron comisarías y se secuestraron las armas encontradas allí. Las columnas obreras movilizadas, aunque precariamente armadas, lograron paralizar totalmente el sur de la Patagonia argentina.
La respuesta no se hizo esperar; tropas del ejército nacional se movilizaron al sur al mando del teniente coronel Benigno Varela. La Sociedad Rural y un grupo paramilitar ultra derechista, la Liga Patriótica, se sumó a la represión.
Más de 1500 trabajadores fueron fusilados sin juicio previo. La oligarquía terrateniente celebró en Río Gallegos y en Londres. Como consecuencia del aplastamiento de la huelga se rebajó el salario de los trabajadores a la cuarta parte y se engavetó el pliego de reivindicaciones. El “gallego” Soto, con unos pocos combatientes, logró huir hacia Chile.
Dos años después de la tragedia, en Buenos Aires, Benigno Varela será ajusticiado por un militante anarquista en venganza por los héroes de la Patagonia Rebelde.
Gloria a los mártires del movimiento obrero!!!
NOTA:
Patagonia Rebelde
Intérprete: Quinteto Negro La Boca