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16/09/21
16/09/1810 | El Grito de Dolores
Por Fernando Bossi Rojas

El 16 de septiembre de 1810, el pueblo mexicano comienza su larga lucha por la independencia. Desde la ciudad de Dolores, en Guanajuato, el cura Miguel Hidalgo y Costilla y los capitanes Ignacio Allende y Juan Aldama, llamarán a la insurrección popular, a deponer al Virrey y a combatir su autoridad. El estandarte es la imagen de la Virgen de Guadalupe y el programa es de revolución social.

Miles de indios campesinos, jornaleros, mineros, peones, esclavos, artesanos y pobres en general se levantarán en armas ante el “Grito de Dolores”. La explotación colonial llegaba a su fin, y la Nueva España aristocrática, de blasones y escapularios, estallaba en pedazos.

“Príncipe de los malditos insurrectos” era como denominaban los peninsulares a Hidalgo; “Generalísimo de América” era el título que le daba el pueblo sublevado. Los hacendados, los dueños de minas y plantaciones, la aristocracia de abolengo, el alto clero y los funcionarios peninsulares temblaban ante el avance de las tropas populares. ¡Herejes!, era el grito de acusación de los obispos que eran a su vez los representantes de la Iglesia terrateniente. ¡Enemigos de Dios, del Rey y de la Religión!, sentenciaban a viva voz los hasta entonces dueños de todo. ¡Castigo ejemplar para los insurrectos!, pedían los ricachones mientras se armaban para defender sus propiedades.

Pero Hidalgo y sus comandantes eran inflexibles. Y entre combate y combate, el Generalísimo de América, esgrimía la pluma, y decretaba la abolición de la esclavitud otorgando a los «dueños de esclavos» un término de diez días para liberarlos, so pena de muerte a quien transgrediera dicho artículo. Y de igual manera abolía los tributos y exacciones que pesaban sobre los indígenas y castas pobres.

Más tarde otro cura, José María Morelos decretaba: “Deben considerarse como enemigos de la nación y adictos al partido de la tiranía a todos los ricos, nobles y empleados de primer orden, criollos y gachupines, porque todos estos tienen autorizados sus vicios y pasiones en el sistema y legislación europea”. Y planteaba expropiar a todos los enemigos del pueblo y de la Patria, para levantar así, una Nación independiente y con justicia social.

Por las mismas razones, cien años después, los herederos de Hidalgo y Morelos, se levantarán en armas al mando de Emiliano Zapata y Pancho Villa. La lucha hoy continua.

DON MIGUEL HIDALGO

Por José Luis Orozco

Fuente:
Portal Alba

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