Murió hace 51 años, el 19 de octubre de 1970. El general Lázaro Cárdenas era hijo de la Revolución. Su participación activa lo llevó a la presidencia en 1934, cuando las aspiraciones de las masas campesinas y obreras que se habían desangrado con Zapata y Villa, parecían diluirse en la maraña burocrática del Estado. Cárdenas, conciente de esa situación, advertía: “hay que distinguir a los llamados revolucionarios que se formaron alentados por la revolución política y social, de los que han demostrado ser sólo revolucionarios burócratas”.
La Revolución y la Constitución de 1917 parecían aletargadas, y era necesario reimpulsarlas. Lázaro Cárdenas no dudará un instante y expropiará 18 millones de hectáreas para los campesinos pobres, como asimismo nacionalizará el petróleo. El gobierno estadounidense tampoco dudará y acusará a Cárdenas de “bolchevique” y a su gobierno de “comunista”.
Tanto el campesinado como la clase obrera constituirán poderosas centrales. El nacionalismo de Cárdenas impulsaba medidas de justicia social para el pueblo. Así México se convertirá en refugio de miles de revolucionarios del mundo, entre otros, los republicanos de la guerra civil española y también el revolucionario ruso León Trotsky.
Lázaro Cárdenas resumió en 10 puntos su doctrina:
1.La miseria, la ignorancia, las enfermedades y los vicios esclavizan a los pueblos. 2. A cada quien en relación a su trabajo; a todos según sus necesidades de pan, casa, vestido, salud, cultura y dignidades. 3. Obtener la máxima eficiencia, con el mínimo de esfuerzo y la más equitativa distribución de la riqueza. 4. Sin gran pro-ducción no hay amplio consumo, ni gran industria, ni economía poderosa, ni bienestar colectivo, ni nación soberana. 5. Todo Estado moderno exige una técnica dirigida hacia la abundancia de bienes esenciales y de equipos eficientes de cultivo, de transformación, de comunicaciones, de cambio y de cultura. 6. Suprimir lo superfluo para que nadie carezca de lo necesario y se evite que los ricos se hagan más ricos y los pobres más pobres. 7. Contra la patria, nadie. Por la patria, todos. 8. Todos somos servidores de las causas de la libertad, la democracia y el progreso. 9. Las reformas avanzadas son victorias de las fuerzas del bien sobre el mal en sus luchas por la redención de los oprimidos. 10. Sólo la justicia social garantiza la paz y la felicidad humana.
En 1961 convocó a la Conferencia Latinoamericana por la Soberanía Nacional, la Emancipación y la Paz, que se celebró en México en el mes de abril. Cárdenas entendía que la unidad de nuestros países era la única salida para alcanzar la definitiva independencia ante las amenazas permanentes y los atropellos del imperialismo yanqui. En uno de los documentos de ese importante evento unionista se lee:
“Rechazamos la doctrina Monroe y la política de pretendida seguridad y defensa hemisférica que menoscaba nuestra soberanía. Oponemos al panamericanismo opresor un latinoamericanismo que libere nuestras fuerzas productivas, amplíe nuestras posibilidades de desarrollo, fortalezca la solidaridad y cooperación entre nuestros pueblos y contribuya eficazmente a la paz en el hemisferio y en el mundo”.
Lázaro Cárdenas fue un cabal revolucionario, digno hijo de la Revolución y consecuente con el legado de lo mejor del México insurgente.
NOTA:
Corrido de la Expropiación
Por Amparo Ochoa