Mientras el Primer Ministro de la Granada, Eric Gairy, dictaba una conferencia en Miami sobre platillos voladores y alienígenas auspiciada por las Naciones Unidas, un grupo de revolucionarios, encabezados por Maurice Bishop, daba un incruento golpe de Estado y tomaban el gobierno de la isla. Trascurría el año 1979 y el Movimiento Nueva Joya se hacía del poder.

El gobierno de Gairy había sido una dictadura al servicio de Estados Unidos. La paranoia del primer ministro se sostenía, fundamentalmente, en “la Pandilla Mangosta”, una suerte de fuerza paramilitar y en “las bestias verdes”, que era cómo se denominaba al ejército granadino. Al corrupto mandatario nadie lo saldría a defender cuando los insurgentes lo voltearon.

Durante los primeros años el Gobierno Revolucionario trabajó para romper el carácter dependiente de su economía, como asimismo combatir el desempleo y el analfabetismo. Así recibió la solidaridad de Cuba, quien, entre otras cosas, se abocó a la construcción de un aeropuerto moderno que le permitiera a la pequeña isla mantener relaciones comerciales y turísticas con diferentes países.

En octubre de 1983, al regresar de una visita a Checoslovaquia y Hungría, Bishop fue derrocado por los partidarios de su viceprimer ministro Bernard Coard, recibiendo arresto domiciliario. Un alzamiento popular lo liberó, no obstante eso, la fracción opositora de su propio partido lo mandó ejecutar, junto a sus más íntimos colaboradores, incluyendo a su esposa, el 19 de octubre de ese año.

Esa fue la excusa para que el imperialismo estadounidense invadiera la isla. El 25 de octubre, las tropas norteamericanas, tras cruentos combates y bombardeos sobre la capital, se hacen del poder.

Maurice Bishop había nacido en Aruba en 1944. Fue abogado y desde joven adhirió al marxismo y al patriotismo revolucionario. Como líder de un movimiento antiimperialista combatió sin cesar, mas no pudo evitar la división de sus propias fuerzas y la derrota.

Dijo Bishop: “Debemos comenzar a buscar una solución para establecer un solo pueblo y una sola región. Y Granada se compromete a luchar con todas sus fuerzas posibles para edificar un solo Movimiento Latinoamericano”.